Gwyneth Paltrow en el Festival de Venecia y Emma Stone en una fiesta benéfica. | Gtres |
Angela Merkel no sólo ha tomado el timón para sacar a Europa de la crisis del euro, sino que también parece tener en sus manos el rumbo de las tendencias. Como el bolso de Longchamp que la acompaña en todas las sesiones del Bundestag, 2012 será de color naranja.
Merkel, la semana pasada en el Bundestag. | Reuters |
De nuevo, los tiempos económicos han influido en la elección, en la que participa una decena de expertos en distintas áreas de color de Pantone. Si el año pasado ya fue un tono cálido (un magenta madreselva tomó el relevo al turquesa de 2010 y el mimosa de 2009). El 'mandarina Tango', dicen en la compañía, "nos sigue proporcionando el empujón de energía que necesitamos para recargar fuerzas y seguir adelante".
"El color 'mandarina Tango' se une con la vivacidad y la descarga de adrenalina del rojo, junto con la simpatía y la calidez del amarillo, para formar un tono de gran visibilidad y magnetismo que emana calor y energía", asegura Leatrice Eiseman, directora ejecutiva de Pantone Color Institute, en un comunicado.
Hace casi un siglo, Kandinsky ya dejó patente el vigor del naranja en su 'De lo espiritual en el arte': "El rojo, que conserva una fuerza relevante en el naranja, retiene en él un matiz de gravedad. Como una persona tan convencida de sus fuerzas que parece saludable. Su sonido es comparable a la campana de una iglesia llamando al Ángelus, o al de un poderoso barítono, o al de una viola tocando un largo".
Leighton Meester, durante el rodaje de Gossip Girl. | Gtres |