viernes, 29 de mayo de 2015

Prendas Atemporales con éxito en tiempo de crisis

Diseña un bolso sencillo y harán cola para comprarlo
Firmas como Mansur Gavriel o la española Lautem ejemplifican el triunfo de los accesorios atemporales. ¿La clave de su éxito? Convertir algo tan simple como un bolso monocolor en objeto de deseo.


Ultrasencillez es la palabra que mejor define los bolsos de Mansur Gavriel. Sus diseños atemporales han superado todas las expectativas en solo dos años de vida y ya se han ganado el título de 'it bag'. Conseguir una de las piezas de la firma es casi tan difícil como hacerse con un Birkin. Absolutamente todos los modelos, tamaños y colores están agotados en la web de la marca y solo unos cuantos diseños se pueden comprar en boutiques online de lujo como Net-a-porter, Opening Ceremony o Colette. La web especializada Business of fashion ha calificado a la firma como la primera en conseguir hacer un bolso icónico en tiempos de crisis y medios internacionales como Los Angeles Times analizan las claves de su éxito.
La filosofía de Mansur Gavriel, una marca fundada por dos jóvenes treintañeras –Rachel Mansur y Floriana Gavriel– a principios de 2013, consiste en ofrecer bolsos de calidad(están confeccionados en cuero tratado y fabricados en Italia aunque la empresa es estadounidense), diseño atemporal y un precio más asequible que el de otros accesorios premium o de lujo (el coste varía desde los 190 dólares que vale un clutchhasta los 800 que cuesta una mochila). A pesar de estos tres factores, lo cierto es que no han inventado nada nuevo ni revolucionario. Sus piezas insignia, el 'bucket bag' (una bandolera tipo saco de toda la vida) y el 'large tote' (ese bolso rectangular y amplio en el que cabe de todo), son dos clásicos que ofrecen la mayor parte de firmas de marroquinería. Ambos, al igual que los clutch y mochilas ideados a posteriori, son lisos y tienen un característico forro interior en tono rojo o azul eléctrico que se ha convertido en su principal seña de identidad. Esa es su mayor licencia creativa. Por lo demás, su exterior monocolor disponible en una limitada gama cromática (los clásicos tonos neutros aderezados con versiones en rosa palo, rojo o azul) podría hacerlos pasar desapercibidos entre la amplia oferta disponible en el mercado. Pero no es así.

Cuando el pasado mes de diciembre anunciaron en sus 173.000 seguidores de Instagramque, tras un año de espera, sus diseños volvían a estar disponibles en su tienda online, la locura se apoderó de sus fans y de sus tarjetas de crédito. En menos de una hora el 95% de los diseños habían colgado el cartel de 'sold out'. Lo que siguió a esos primeros sesenta minutos de histeria colectiva fue una mezcla entre el júbilo de quienes habían conseguido el suyo y el incontestable desconsuelo de los que habían vuelto a perder su oportunidad. El equipo de la firma animó a los clientes que se habían quedado compuestos y sin bolso a apuntarse a las listas de espera que controlan las tiendas multimarca que comercializan sus diseños (la compañía aún no tiene su propia lista y el stock tarda meses en reponerse).

Es precisamente esta capacidad de crear expectación y despertar deseo una de sus mayores bazas. Aunque las jóvenes diseñadoras no se cansan de repetir que “no quieren cometer el terrible error de aceptar demasiados pedidos a costa de disminuir la calidad”, lo cierto es que la escasez de unidades es un punto a su favor. La demanda de sus diseños y la exclusividad de conseguirlos hace que coticen al alza y todo indica que el furor irá en aumento. Desde que salieran a la venta por primera vez en junio de 2013, multitud de editoras de moda, celebrities influencers han lucido el suyo. Desde la bloguera Garance Doré, una de las primeras en apostar por la marca, hasta Karlie Klosspasando por Sienna Miller, Kirsten Dunst, Emma Watson, Alessandra Ambrosio o Miranda Kerr. En 2014 fueron el tercer modelo más demandado en el gigante electrónico Lyst y su éxito es tan grande que ya tienen clon. Forever 21 lanzó un modelo muy similar a la bandolera negra por un precio de 29,99 dólares y el copypastetraspasó las fronteras estadounidenses para llegar hasta Zara (que se marcó una imitación del 'tote' con forro rojo incluido por 25,95 euros), Mango o Parfois.
El tour de force de esta pequeña marca (cuenta con menos de diez empleados aunque entre ellos figuren antiguos fichajes de Marc by Marc Jacobs, Rag & Bone o Lanvin) nos da una pista clave para saber hacia donde van los tiros en lo que a tendencias bolsiles se refiere. Con la era de los maxilogos totalmente derrocada y una sobrexposición a las tendencias pasajeras, muchos consumidores demandan la sencillez de lo que no pasa de moda.
Así lo certifica Elena García Silva, arquitecta reconvertida a diseñadora de bolsos y alma máter de la exitosa firma española de bolsos Lautem. “Sin duda en el mercado de la moda empieza a destacar un tipo de cliente que busca la calidad, la atemporalidad y el diseño por encima de la velocidad de cambio del 'fast fashion'. El buen diseño adquiere valor con el paso del tiempo y reivindica la personalidad de quien lo luce”, explica la creadora a S Moda. Sus propuestas, si bien cuentan con una forma arquitectónica muy reconocible y especial, también apuestan por la sencillez de los acabados monocolor y explotan con éxito el 'Made in Spain' (cuentan con el sello de calidad de Ubrique) a nivel internacional. Con apenas un año de existencia, sus bolsitos rígidos han sido tocados por la varita mágica de celebrities como Solange Knowles, se venden en boutiques de Nueva York, Londres o Dubai y fueron los elegidos por Moisés Nieto para acompañar sus creaciones en la pasada semana de la moda madrileña.

Basta con darse un paseo por las webs de street style o las redes sociales para confirmar la creciente predilección por los bolsos de diseño simple. Aunque las pegatinas de Anya Hindmarch, los clutch de formas imposibles de Charlotte Olympia o los estampados que firmas como Valentino inventan cada temporada disfruten de un hueco privilegiado en el armario de las más ávidas consumidoras de tendencias, lo cierto es que la sencillez de modelos como el 'Trio' de Céline o el 'Half Moon' de A.P.C. marcan la pauta.A pesar de que este último modelo lleva varios años en el mercado, últimamente está aumentando su popularidad. Instagram aglutina cientos de publicaciones del accesorio y ya se ha agotado en más de una ocasión. Las tendencias pasajeras dictan que un saco plagado de flecos XL es compra obligada, pero lo cierto es que las españolas prefieren un modelo clásico en cuero de tamaño mediano y corte básico. Y fuera de nuestras fronteras,la simplicidad también se impone.


Fuente: Clara Ferrero. S Moda