Nils Pickert, con su hijo de cinco años, ambos con falda en un pueblo alemán |
El alemán Nils Pickert es padre de un niño de cinco años de edad al que le gusta vestirse con faldas y vestidos, además de jugar con maquillajes y pintarse las uñas. Admite que al principio no supo bien cómo encajarlo, pero después de mucho reflexionar sobre el asunto llegó a la conclusión de que no solamente debía permitirle que, libremente, se vista como más le guste, sino que además debía prestarle un apoyo extraordinario. Temía que la presión social en contra fuese demasiado para un pequeño tan espontáneo y despreocupado, como deseaba que siguiera siendo. Así que decidió apoyar a su hijo vistiéndose él también con una falda y saliendo a pasear tranquilamente, para transmitir el siguiente mensaje: "Que un niño se ponga una falda no es malo, no hace daño a nadie".
Pickert es periodista, trabaja como autónomo, y vendió un artículo sobre esta experiencia a la revista feminista 'Emma', en el que afirmaba: "No estoy dispuesto a que mi hijo crezca bajo la presión de unos valores sociales en los que no creo, y que considero que dañan más de lo que benefician. Los roles establecidos sólo coartan las libertades individuales de cada persona, impidiendo que nos desarrollemos como nuestra naturaleza nos dicta".
La foto tomada en un pequeño pueblo de Alemania ha dado la vuelta al mundo en blogs y redes sociales. El artículo ha sido traducido a varios idiomas sin consentimiento de la revista ni del autor, lo que ha tenido como consecuencia que sobre el pequeño de cinco años haya recaído una presión mediática que deja en pura anécdota lasburlas de sus compañeros de colegio.
Pickert se ha negado por ello a conceder más entrevistas o volver a escribir sobre el tema y protesta por la divulgación sin su consentimiento de la foto y el texto, pero en vano. Las historia pertenece ya colectivamente a la aldea global y el preocupado padre ha llegado incluso a pensar en la posibilidad de contratar guardaespaldas que eviten a la prensa acercarse a su hijo. "Menos mal que la reacción mundial ha sido mayoritariamente positiva. De lo contrario, no quiero ni pensar en la situación en la que estaríamos", admite.
Eso sí, cuando los compañeros se meten con el niño, les responde tranquilamente: "Vosotros no os atrevéis a llevar falda porque vuestros padres tampoco se atreven", cuenta orgulloso Pickert.
Extraído de El Mundo (Rosalía Sánchez)