Un reloj dice siempre más que la hora, y es que, cuando se elige uno, se debe tener en cuenta lo que se desea transmitir con el entorno, pues generalmente define el gusto, estilo de vida y posición económica de la persona que lo luce.
Un entendido en relojes suele basar su compra en aspectos muy particulares como la manufactura del reloj y su estilo, haciendo de su adquisición algo muy personal y especial.
Esto permite en la mayoría de los casos ir creando una colección, pues los relojes son de los pocos accesorios que no suelen perder vigencia con el paso de los años.
Al escoger un reloj se debe pensar en el estilo del atuendo a complementar, pues si se viste de sport también el reloj deberá ir en esta línea o si optamos por un estilo casual, aunque se vaya de corbata, se puede llevar un reloj de mayor diámetro, aunque siempre en relación con las proporciones de nuestro cuerpo.
Los más elegantes y atemporales son los de faja de cuero, sencillos y discretos, hasta para los momentos más formales. Habitualmente se da por sentado que un reloj de faja de acero o de metal precioso se ve más elegante, sin embargo la recomendación es que el reloj no sea lo que llame la atención en la vestimenta.
El complemento debe tener total concordancia con el resto de la indumentaria y el estilo de la persona, por lo que es siempre aconsejable buscar bien entre la infinidad de diseños, materiales y detalles con que están fabricados.
Por Marianela Lacayo