Afortunadamente la supervivencia a un cáncer de
mama ha aumentado enormemente en los últimos años, gracias a una mayor prevención
que consigue más diagnósticos y tratamientos a tiempo.
Aún así,
en ocasiones las circunstancias obligan a pasar por quirófano y aunque las actuales
mastectomías provocan menos alteraciones físicas y existe la opción de la
reconstrucción mamaria, hay sencillos consejos en el vestir que ayudan a
reforzar la autoestima de las mujeres intervenidas. Y es que factores como el
grado de identidad con su imagen corporal, la personalidad de la paciente o la
existencia de problemática sexual o de relación de la pareja antes de la operación,
son claves en su proceso de recuperación psicológica. Los siguientes tips tratan de aportar a que la mujer se siga sintiendo bonita y
atractiva y a que crezca su seguridad e integridad en un momento crucial de su
vida.
Uno de los elementos que genera
inseguridad tras la operación es la vestimenta ya que muchas mujeres no se someten
inmediatamente a una reconstrucción mamaria o al uso de una prótesis. En estos
casos hay un periodo de tiempo en el que la ropa habitual no le quedará igual a
menos que se tome el trabajo de llevar a ajustar a una sastrería las prendas y confeccionarse
nuevas piezas que disimulen la zona.
Para generar uniformidad y
disimular, la ropa interior es un elemento determinante. Existen diversas
prótesis adecuadas para estos casos y sostenes con rellenos que simularán
volumen. Asimismo, las blusas y vestidos más indicados son los que llevan
detalles en el busto, como bolsas, drapeados, fruncidos, vuelos o volantes y de
telas no muy ceñidas. Los estampados florales, de rayas horizontales, lunares o
abstractos son perfectos ya que simulan volumen y la manga japonesa, en lugar
del tirante fino, ayudará a cubrir las cicatrices de la cirugía. Como complemento,
los collares más cortos o las gargantillas alejan la atención del área del
pecho.
Si la persona es delgada los
tejidos pueden ser de medio a grueso y si es de contextura gruesa son
preferibles los ligeros pero que presenten detalles como cuellos hamaca o
vuelto.
Vestir con capas llevando blusas
con chalecos, blazers, cardigans o chaquetas, o complementos como hombreras,
broches grandes, pañuelos y fulares en color vivo son excelentes opciones
también, hasta que, sintiéndose más segura y acostumbrada al cambio, pueda ir eliminando
capas y optando por otros estilos y preferencias.