domingo, 22 de julio de 2012

El perfecto guardarropa masculino



La comodidad y el gusto personal es lo que impera en un guardarropa masculino, aunque esto no sea siempre sinónimo de elegancia y buena imagen. Un correcto fondo de guardarropa debe estar conformado por prendas básicas y tiene que adecuarse al estilo de vida del hombre, ser funcional a la hora de combinar dichas prendas, duradero y que no pase de moda.

El peor error de un hombre es no saber lo que tiene en el guardarropa y seguir incorporando prendas nuevas sin que sean utilizadas, gozando cada vez de menos espacio en el mueble. Otros, al contrario, solo tienen lo necesario y nunca dudan a la hora de vestirse porque siempre se ponen las mismas prendas.

Para evitar que esto ocurra, lo ideal es alcanzar el balance y gestionar con sentido común el guardarropa, para lo cual, el ejercicio más práctico es ponerse frente a él y ordenar nuestra ropa en tres grandes grupos: prendas a eliminar, a renovar y a conservar.

Elimina aquella ropa que no te favorece, que tiene manchas imposibles de quitar, que están rotas o no son de tu talla, las que no te pones ya, las que no te gusten y las que te traigan malos recuerdos.

Renueva las prendas básicas de tu clóset que estén en mal estado y que sigas necesitando y conserva las de tu talla, estilo y colores que te favorezcan, las básicas y de calidad aunque no estén de moda, las que no se han logrado combinar aún para tenerlas en cuenta en próximas compras y las que tienen significados especiales, aunque estas es preferible separarlas de nuestra ropa de uso habitual.

Marianela Lacayo

Manías de estilo

Superstición o perfeccionismo elevados a la misma potencia que ceros tienen sus cuentas. Sus rarezas dentro del armario.

Carolina Herrera tiene decenas de camisas blancas en su armario. Todas deben cumplir ciertas características.


La excentricidad tiene muchas caras. A veces es solo cuestión de carácter; otras, se traduce en una serie de manías obsesivas, que para muchos famosos son el pan de cada día. Algo que tienen más que comprobado en los hoteles. Lo que para el resto de los mortales no puede pasar de una preferencia, las celebridades lo convierten en capricho. Si hay algo, por ejemplo, que puede despertar las iras de Jennifer Lopez es dormir envuelta en una tela que tenga menos de 250 hilos, por eso –dicen– se lleva sus sábanas a los hoteles. Estos antojos se reflejan también en el estilo. En su batalla contra el envejecimiento, según Joan Rivers, Madonna usa mitones para cubrir esa zona del cuerpo donde el bisturí no ha podido disimular su edad: las manos.

Cuando el perfeccionista encuentra su prenda, esta se convierte en una obsesión.Carolina Herrera no ha llegado a contar la cantidad de camisas blancas que tiene: «Millones», bromea. Prácticamente todas, de algodón, entalladas, con manga larga que se sube al codo y los cuellos altos, para poder llevarlos levantados. «Jamás las lavo en la tintorería: regresan amarillentas. Y es muy importante que se les ponga almidón al plancharlas», comentó en Vanidades. El armario de Giorgio Armani se compone, según The Guardian, de una infinidad de camisetas azul noche y una fila interminable de pantalones idénticos, bien en beis, bien en negro. David Beckham lo lleva al trastorno obsesivo-compulsivo. Para su equilibrio mental, el futbolista necesita tener la ropa ordenada por colores y estrenar calzoncillo: compra 60 al mes.

Muchas extravagancias de los deportistas parten de su dependencia de la suerte como compañera. Tiger Woods considera que el rojo le aporta buen fario y, por eso, su armario está lleno de polos de este color. Michael Jordan, por su parte, no jugaba sin sus pantalones de la suerte bajo el uniforme. ¿Es la fama un campo de cultivo para supersticiones y fijaciones obsesas? Sin duda, ayuda.



Extraído de S Moda (Idoia Sota)

Las claves del estilo de Mad Men, foto a foto


El vestido de Betty Draper


Janie Bryant, la responsable del vestuario de 'Mad Men' desde 2007, cuando comenzó a emitirse la serie,reconoce que hay vestidos en la serie por los que siente cierta debilidad. Uno de ellos es éste que lució Betty Draper (January Jones) durante la segunda temporada. Lo llevó en el capítulo 'A night to remember' en el que la pareja organizaba una cena en casa.

De lunares



Otra imagen del vestido de Betty al que Bryant bautizó en su momento como "su triste vestido de payaso". El diseño de tirantes está plagado de lunares en color verde, amarillo y marrón.

El sensual 'Zou Bisou Bisou'


El minivestido vintage negro demangas plisadas con el que Megan Draper arrancó la quinta temporada de 'Mad Men' también está entre los favoritos de Janie Bryant. "Había hablado con Matt Weiner (productor ejecutivo de la serie) sobre cómo iba a ser la coreografía. Sabía que la clave estaba en los brazos y en las piernas", explicó la diseñadora en elHollywood Reporter. La importancia de los brazos fue determinante para la elección del tipo de manga y la de las piernas para que vistiese con minifalda: "Fue en esa época cuando se pusieron de moda". El vestido se completa con adornos de diamantes de imitación en el cuello.


Rojo por Navidad



El tercer vestido que apasiona a Janie es este diseño rojo que lució Joan Harris (Christina Hendricks) en el segundo capítulo de la cuarta temporada de la serie. El vestido, que se completa detrás con un gran lazo rojo, es una creación de la propia Bryant.
 

Vestido de compromiso


De los diseños favoritos de Bryant a los vestidos de su familia. Éste que lleva Carol McCardy, la que fuera compañera de piso de Joan Harris, y que puedes ver aquí desde distintas perspectivas, fue una creación de la abuela de la diseñadora. Lo hizo en 1962 para que la madre de Bryant lo luciese en su fiesta de compromiso. El vestido, con bordados púrpura y morados, está lleno de pliegues. "Mi abuela era una mujer con mucho talento", reconocía ella misma en una entrevista.


De boda


Otro vestido clave para la familia de Janie Bryant fue el que llevó la hija de Roger Stearling,Margaret, el día de su boda. Porque este vestido es el mismo con el que se casó la madre de la diseñadora. "Ella estaba muy nerviosa. Esperaba que todo funcionase y comprobó que el vestido quedaba bien y no había que hacer ajustes", contó la actriz Elizabeth Rice en una entrevista tras la emisión.


La evolución de Peggy



Siguiendo con el análisis de Janie Bryant, toca hablar de Peggy Olson (Elisabeth Moss), uno de los personajes que sin duda más ha cambiado en los cinco años de emisión. Empezó reflejando en su vestimenta sus orígenes (se crió en una casa de Queens con estrictas creencias católicas) y ha pasado a mostrar con su ropa su adicción al trabajo. Esta imagen es del primer capítulo de la serie.

Los principios de Peggy



Otra foto del primer capítulo de 'Mad Men', la época en la que Peggy era secretaria de Don Draper. Su vestimenta refleja todo lo que detalla Janie Bryant en nuestra entrevista: "Me encanta usar telas con texturas, lunares y cuadros acentuado sus cualidades de niña de colegio con lazos en el cuello de sus blusas y faldas plisadas".

La nueva Peggy


Peggy ha cambiado en estos años y es ahora un pilar básico en la oficina. Trabajadora insaciable se codea con los hombres como una más. No quiere que haya diferencias y su ropa lo trata de reflejar también. Ahora luce con frecuencia camisa blanca, "un símbolo de la masculindad", cuenta Bryant.

Fiel a su estilo

Joan Harris permanece prácticamente inalterable desde el capítulo primero de la serie. Fiel a su estilo apuesta por los vestidos ajustados que marcan su figura. Por mucho que se pusiesen de moda los vestidos flojos, Janie asegura que Joan nunca los luciría.


Sally Draper: ocho años


Janie Bryant destaca cómo ha crecido Sally Draper desde que empezó la serie. La hija mayor de Don y Betty tenía ocho años cuando comenzó la emisión. Aquí la tenemos en uno de los primeros capítulos.

Sally Draper: nueve años


Sally irá creciendo (y su ropa se adaptará) a medida que avance la serie. En la segunda temporada todavía vestía como una niña.

Sally Draper: diez años

Sigue siendo una niña pero su carácter comienza a definirse. Será en la cuarta temporada (siguiente foto) cuando el personaje comience a cobrar más fuerza.


Sally Draper: once años



Vestida como una preadolescente, Sally ganó protagonismo y madurez a raíz de la separación de sus padres. Su ropa también lo ha empezado a reflejar.


Sally: doce años



Ya con doce años (en noviembre la actriz Kiernan Shipka cumple 13), ya le da dolores de cabeza a su padre. Habrá que ver cómo afronta Don su llegada a la adolescencia  y cómo se perfilará su estilo. ¿Se inspirará en su madre o se fijará más en su madrastra Megan? Por ahora (y gracias al séptimo capítulo de la quinta temporada) ya sabemos cómo vestiría en una fiesta. 

Extraído de Vanity Fair

Stella McCartney: 'Los atletas rinden más si les gusta su look'



Durante los preparativos olímpicos, mientras tomaba las medidas a los 900 deportistas británicos, Stella McCartney llegó a una convicción: "Al hablar con ellos, muchos me confesaban: Es muy importante que me sienta a gusto con mi imagen. Si me gusta mi 'look', rendiré más y mejor".
Todo esto lo decía la diseñadora británica antes de que estallara el clamor contra los arabescos de Bosco Sports y los uniformes de los deportistas españoles. En contraste, y con la rúbrica de Adidas, los atletas británicos no sólo están a la última sino que además van vestidos para ganar...
"No creo que los atletas sean distintos a nosotros en este sentido", recalca la diseñadora británica en una entrevista concedida a Yo Dona para la ocasión. "Creo que todos funcionamos por lo general mejor si vamos vestidos de nuestro agrado".
La presencia ubicua de Jessica Ennis, Andy Murray, Victoria Pendleton o Scot Chris Hoy, vestidos por Stella McCartney, simbolizan por igual el orgullo y el desafío del Team GB. Los atletas, los críticos y los británicos en general han cerrado filas alrededor de los rompedores uniformes, en las antípodas de la mofa y el escarnio que han provocado las camisetas españolas.
"He intentando llegar a la gente que habitualmente no se interesa por el mundo de la moda", asegura Stella. "Digamos que he buscado fundir la funcionalidad y la moda, que los atletas se sientan bien en sus cuerpos a la hora de competir, con esa sensación rabiosamente actual que tiene que trasmitir la ropa deportiva. Me vino muy bien toda mi experiencia anterior. La moda vive muy encerrada en sí misma; el deporte ha sido mi mejor puente con la realidad".
La diseñadora británica, es cierto, ha jugado en casa y con ventaja. Su inspiración directa ha sido la Union Jack, "una las banderas más bellas y reconocibles del mundo". A su manera, Stella ha desconstruido y reinterpretado la bandera... "Me he permitido romper la simetría, jugar con los colores, explorar muchas combinaciones".
La recepción, todo hay que decirlo, no fue del todo unánime. Algunos atletas se quejaron al principio de la presencia excesiva del azul, en detrimento del blanco y del rojo. Otros expresaron su temor a ser tomados todos por escoceses, o lo que es peor: ser confundidos con los franceses.
Pero la audacia y la modernidad han barrido finalmente a favor de Stella McCartney, alabada sobre todo por el triple saltador Phillips Idowu: "Con toda la audiencia que vamos a tener, hasta los pequeños detalles importan. Y la verdad es que adoro lo que Stella ha hecho con el diseño.La buena imagen es psicológicamente muy importante".
La última palabra la tiene el crítico de moda del 'Daily Mirror', Amber Morales, que no ha podido esconder su entusiasmo ante los diseños: "¿A quién le importa si es demasiado azul? Lo cierto es que Stella McCartney ha producido un estilo ganador".
Extraído de El Mundo (Carlos Fresneda)