Un closet
desordenado es nuestro peor enemigo a la hora de escoger nuestros atuendos o a
la hora de enfrentarnos a una profunda limpieza del mismo.
Para siempre
acertar con nuestra imagen es fundamental conocer a fondo nuestras prendas y
sus posibles combinaciones. Para lograr esto deberemos hacer un gran esfuerzo
de voluntad y deshacernos de todo aquello que ya no deben estar en el closet.
Cada vez existen
más asesores que organizan tu closet, evitándote el mal trago de escoger
aquellas prendas que deberás eliminar porque ya no se encuentran en buen
estado. La acumulación es uno de los vicios del consumismo extremo y, por
nuestro bien y el de nuestro bolsillo, debemos erradicarlo.
Arranquemos con
una recomendación sencilla y es conservar sólo las cosas que nos hagan felices.
Ubicate frente a tu ropa y deshacete de todo lo que no te provoque alegría de
un solo golpe. No hay peor error que ir desprendiéndonos de las cosas poco a
poco. Es posible que una lista te ayude en esta labor, indicando en qué tipo de
actividades ocupás más tiempo e identificando si contás con la ropa indicada
para cada caso: Trabajo, deporte, salidas nocturnas, excursiones,
voluntariado...
Se acercan fechas
donde tendemos a abusar de las compras y es fundamental que antes de adquirir
nuevos artículos, desechés todo lo que realmente no necesités. Recordá donar y
regalar antes de botar, pues seguro hay gente que puede sacar partido de esas
prendas que ya no te quedan o no te gustan. De todos modos mi recomendación es
que moderés tu consumismo y comprés estrictamente lo necesario y además sólo
aquellos artículos que realmente te hagan feliz. Si aplicás esta filosofía
verás como, mes a mes, contarás con más presupuesto para ahorrar o invertir en
otros proyectos.
Una vez diste
este primer paso, empezá a ordenar tus prendas por actividad y colores.
Próximamente te explicaré como.
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