Lo primero al asistir a una entrevista de trabajo es averiguar sobre el tipo de negocio, todo lo referente al rubro, noticias referentes y cómo es la apariencia del personal de la empresa.
Revise en su armario para saber si tiene las prendas adecuadas para asistir a su encuentro. No deje estos detalles para última hora.
Es importante tener un traje formal ejecutivo, tela tono mate, liso y sin estampados, preferiblemente color azul marino o gris carbón. Una camisa blanca sería la apuesta segura para combinarle. Si la cita es casual, puede asistir de esa manera sin corbata, pero si es formal, la corbata preferiblemente en tono mate, color azul, verde tono oscuro o medio, y para mostrar accesibilidad, el color puede ser pastel.
Olvide estampados y colores llamativos. Si el puesto que ofrecen es de gerencia, podría usar corbata roja, en un tono oscuro para dar elegancia y no ser tan agresivo. Solo en ese caso lleve corbata roja. Cuide los detalles del traje, el entallado tanto del saco como el pantalón deben ser un intermedio entre lo clásico y lo moderno, es decir, evítelo muy holgado y muy ajustado. Que el largo de la manga sea a la muñeca, el largo del saco, donde queda su puño de la mano cerrado, el largo del pantalón que deje ver el tacón del zapato y un pliegue sutil al frente.
Si el código es smart casual, lo ideal sería asistir con pantalón de tela, o de tipo casual (chinos, Oxford, caqui), en tono oscuro, la camisa blanca o tono claro pastel. Olvide los colores oscuros o vivos y preferiblemente sin estampado. Podría sumar un bléiser del color del pantalón o tono neutro que le combine.
Los accesorios deben ser sencillos: un reloj, anillo discreto, cinturón con hebilla de tamaño y diseño discreto, todo aquello que distraiga o haga ruido a tu interlocutor será un punto negativo en su proyección. Acicálese bien, pula su barba o rasúrese completamente. Un buen corte de cabello, la piel limpia, manos cuidadas, uñas cortas y todo lo que use debe estar en buen estado.
Marianela Lacayo
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