Lo más importante de vestir una prenda es cómo cae y se ajusta al cuerpo. La ropa que no está hecha a medida se elabora con patrones estándares que luego de la compra se deberían corregir con un sastre, para asegurar que dicha prenda se ajuste a las particularidades de cada tipo de cuerpo.
Los signos de que una talla es pequeña o grande son las arrugas en el ajuste de la misma. Tome en cuenta que toda prenda debe caer recta sin hacer arrugas. Es mejor llevar media y hasta una talla más grande de manera que se puedan hacer ajustes; de forma contraria no será posible.
En las camisas lo notará si hay arrugas en las mangas. Asegúrese de que la línea del hombro quede justo donde termina el hombro, que la manga caiga plana, ni demasiado ajustada ni muy holgada sobre el brazo, y el puño sobre la muñeca sin que sobre tela. La camisa también muestra signos de no ajustar bien si hay arrugas en el cuello y al cerrar los botones.
Los pantalones dejan ver arrugas que debe evitar en la zona de la ingle, debajo de las nalgas o en el ajuste de los muslos. Los pantalones de tela jamás deben quedar muy ajustados. También es común ver los ruedos del pantalón muy largos, debiendo caer sobre el tacón dejando a la vista la mitad del mismo, y por el frente caer sutilmente sobre el calzado, sin arrugas. En la cintura debe ser capaz de meter un dedo y moverlo entre la pretina y su abdomen. Si al ajustar el cinturón se hacen pliegues en la pretina, quiere decir que la talla del pantalón es grande.
Los blazers marcan pliegues, como la camisa, bajo las axilas y en la espalda, o se ve tirante la costura del centro en la espalda o la zona de los botones. Otra señal es que las aberturas laterales inferiores quedan abiertas. El saco nunca debe quedar ajustado en la zona de la cadera.
Marianela Lacayo
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