Las empresas se precoupan cada vez más de la imagen que proyectan y el primer instrumento de contacto con el público son sus proprios empleados. Por eso el banco suizo UBS AG ha elaborado un manual de comportamiento para sus trabajadores en el que detalla una serie de consejos y reglas de actuación. A continuación reproducimos el reportaje que el diario El Mundo recogía a este respecto en su edición digital.
El banco suizo UBS AG inicia un particular 'lavado de cara' para restablecer la confianza de los clientes en la propia entidad. Para ello, se ha propuesto describir las claves del éxito a sus empleados mediante exhaustivos consejos de belleza en un manual de más de 40 páginas.
El informe no sólo aconseja un 'uniforme' sobrio basado en trajes neutros como el gris oscuro, negro o azul marino para ellos -porque simbolizan la competencia, el formalismo y la sobriedad-, y las faldas hasta la rodilla para sus empleadas, sino que va más allá y se atreve con la higiene bucal y el cuidado del cabello.
Este manual de estilo también marca las pautas del maquillaje femenino "luminoso, combinado con una máscara de pestañas y un lápiz de labios discreto". Como si de la mejor revista femenina se tratase, el código asegura que esta distinción "mejorará su personalidad".
Rechaza, en cambio, el esmalte de uñas -especialmente el negro- mientras que recuerda que el cuidado del cabello representa "la popularidad del individuo".
Las recomendaciones no se quedan en la superficie. La ropa interior es igualmente importante y, además, debe ser de buena calidad y fácilmente lavable. ¿Y los calcetines? Obviamente negros para ellos y hasta la rodilla -los clásicos ejecutivos- que no muestran la piel desnuda.
Desaconseja, por el bien de los clientes, las fragancias fuertes, así como el aliento a ajo y a tabaco. El código propone, a cambio, "evitar las comidas fuertes, con exceso de ajo y cebolla".
Si los complementos masculinos son rechazados, el reloj en cambio se convierte en un elemento indispensable que representa "la fiabilidad y el gran cuidado por la puntualidad." Para algo son suizos.
El portavoz de la entidad, Jean-Raphael Fontannaz, reconoció que el código puede ser excesivamente detallado y "en línea con la precisión suiza", pero señaló que estas directrices se crearon originalmente para empleados temporales.
El manual de estilo está aún en periodo de prueba. A pesar de ello, Fontannaz anunció que "sólo alrededor de 1.500 empleados se verían afectados, es decir, menos del 10% de nuestro personal en Suiza".
"El objetivo es que los clientes sepan inmediatamente que son de UBS cuando están entrando en el banco". "Después de la fase de prueba se puede aplicar el código o adaptarlo e incluso no usarlo en absoluto", concluyó.
Extraído de Revista Protocolo
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