Tras un año de tensiones con Estados Unidos, los medios chinos celebran la cumbre presidencial en Washington como un éxito. La atmósfera ha mejorado visiblemente, también gracias a Michelle Obama.
La primera dama estadounidense se ganó a los chinos con un espectacular vestido de noche de color rojo. La propaganda china celebraba la cumbre entre el jefe de Estado y partido del país, Hu Jintao, y el presidente estadounidense, Barack Obama, como una "proeza histórica" en la diplomacia bilateral. Los medios estatales chinos ven un "nuevo capítulo" en las relaciones con la superpotencia estadounidense.
Las noticias centrales de la noche en la televisión estatal CCTV, habitualmente de sólo 30 minutos, dedicaron 35 minutos a mostrar las imágenes de la pompa y honores militares con que fue recibido Hu Jintao en la Casa Blanca.
Los diarios mencionaban reiteradamente que Obama sólo ofreció anteriormente en dos ocasiones un banquete de Estado: a los presidentes de la India y México. Esta vez, incluso los principales banqueros estadounidenses lucharon por conseguir un sitio en la mesa junto a Hu Jintao.
"El gran jefe chino va de compras a Estados Unidos", comentaban los internautas sobre los acuerdos de negocios cerrados en la visita, con un valor de 45.000 millones de dólares. Un diario habló de una "asociación vital" entre las dos principales economías del planeta. La disputa por la devaluación de la divisa china, el desequilibrio comercial, la forma de actuar con la imprevisible Corea del Norte, el suministro de armas de Washington a Taiwan o el mismo rearme de China parecían de repente olvidados. El portavoz del Ministerio del Exterior chino, Hong Lei, habló ante periodistas en Pekín de una "sintonía total", aun cuando el supuesto acercamiento fuera apenas reconocible.
El verdadero avance estuvo posiblemente en otro lado. "Estados Unidos homenajeó a China", resumió el renombrado profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Popular, Shi Yinhong, en Pekín. "En la tensa situación actual, los dos países comprendieron que deben mejorar la atmósfera y reducir las tensiones para lograr las condiciones de una colaboración".
Para el rígido tecnócrata Hu Jintao, de 68 años, el homenaje de su poderoso rival estadounidense supone el punto álgido para su carrera en política exterior, que terminará en 2012.
'Fantástico por Michelle'
Pero en realidad fue Michelle Obama quien conquistó a los chinos. La primera dama eligió un vestido de noche rojo chillón para recibir a sus invitados. Su imagen con Hu Jintao ilustraba hoy las webs de noticias en China y el popular portal sohu.com destacaba incluso los "elementos tradicionals chinos" en la prenda.Además, inicialmente se especuló con que el diseñador del vestido fuera chino. En realidad, el vestido era de Alexander McQueen, cuyo diseñador se suicidó hace un año. "Un rojo chino", "fantástico por Michelle" o "una atmósfera como de Año Nuevo chino", fueron algunos de los comentarios al respecto.
"¿Dónde está la mujer de Hu?", se preguntó también alguno. Pese a que no es habitual en la cúpula china llevar en los viajes al extranjero a sus parejas, la modesta Lui Yongqing ha acompañado ya en varias ocasiones a su marido.
Los medios de Hong Kong y Taiwan especulaban con que posiblemente Lui, de 70 años, esté enferma. El portavoz Hong Lei respondió a las preguntas de los periodistas señalando que se trataba un simple "acuerdo del protocolo diplomático".
Extraído de El Mundo
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