La firma nacía en 1951 de manos de Armi Ratia que unió un nombre de mujer (Mari) a la palabra 'vestido' (mekko), para arrojar algo de optimismo a la oscura postguerra. Carrie Bradshaw, el personaje de Sexo en Nueva York, se rendía a sus encantos en los 90 y Converse no iba a ser menos. Tras el éxito de su primera colaboración, 'Converse loves Marimekko' presenta nuevas y arriesgadas propuestas a todo color.
Converse y Marimekko son dos ejemplos de moda atemporal, como bien señala Noora Niinikoski, Directora de diseño de la marca finesa, al desarrollar los puntos en común entre ambas casas, cuyas filosofías van también en la misma dirección: juventud, dinamismo, audacia y optimismo.
Tras la colección primavera/verano, los estampados de Marimekko vuelven a vestir las zapatillas de Converse. Esta vez, 'Chuck Taylor All Star' y 'Jack Purcell Helen' son los modelos elegidos para aportar una nota de color al frío invierno.
Extraído de Yo Dona (El Mundo)
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