A la hora de aportar estilo y elegancia a un atuendo, los complementos son de vital importancia. Y en el caso de los hombres, la corbata es tan importante para la camisa como lo es la camisa para el atuendo completo.
Sin embargo, debemos confesar que las opciones para ellos son mucho menores y por eso debemos aprender a sacarle el mayor partido posible a lo existente.
Si hay un complemento llamativo en la vestimenta formal masculina esa es la corbata. Por este motivo es elemental que se comprenda su uso en etiqueta y cómo combinarla correctamente con la camisa.
La regla básica es que cualquier tono de camisa siempre irá acompañado de una corbata de gama más oscura, como por ejemplo, camisa azul cielo con corbata color vino o verde oscuro.
Resulta clave el contraste entre el color de la camisa y el de la corbata, donde una de estas piezas debe ser más predominante que la otra, lo que queda a gusto de cada quien.
Atendiendo a la etiqueta, no es apropiado repetir los colores de la camisa en la corbata o llevar ambas en el mismo color.
Debemos evitar las camisas a rayas con corbatas que también las tengan, a menos que estas sean de un tamaño diferente. En este caso la corbata se verá mejor en color liso o de motivos diversos y respetando que la dimensión de estos sea la misma de las rayas de la camisa.
El cuadro muta de lo rural a lo urbano, de manera que una camisa de estampado a cuadros armoniza adecuadamente si se lleva con una corbata de dibujos discretos o tamaño similar a la proporción de los que luzca la camisa.
Los colores y diseños de los estampados, tanto en la corbata como en la camisa, siempre estarán ligados con el estilo personal de quien las vista, pero siempre es recomendable actualizarse cada año para no tener un modo monótono de vestir.
Marianela Lacayo
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