miércoles, 10 de diciembre de 2014
LAS PROPINAS, ¿OBLIGATORIAS U OPCIONALES?
El término propina está siendo muy utilizado en los últimos años en Panamá, producto de una importante presencia de locales comerciales dedicados a negocios del sector servicio.
Según la Contraloría General de la República, la industria de servicios (hoteles y restaurantes) generó el año pasado mil 23 millones de dólares, 59 millones de dólares más que en 2012.
Si calculamos esta cifra con el promedio de propinas que según expertos del sector se sitúa en 10%, en Panamá se puede estar moviendo en propinas más de 100 millones de dólares anuales.
Karla Rodríguez es mesera en el restaurante Café Pomodoro desde hace tres años, ella explica que más del 70% de sus clientes ofrecen el 10% en propinas: sin embargo, hay otros que ofrecen más de la cantidad, como también hay quienes no ofrecen nada.
Para Rodríguez ejercer un trabajo como salonera no es fácil, pues requiere de habilidad, destreza y sobre todo de saber tratar al público, “lo que no le debe faltar nunca a un salonero es una sonrisa”, indica.
Ella entiende que no todos los meseros ofrecen una óptima atención, pero en su caso siempre trata de alegrar la cena o almuerzo de cada mesa a la que le toca atender.
¿Propina obligatoria?
La costumbre en el mercado local es ofrecer la propina según la consideración del cliente, pero esta regla se ha ido modificando con el crecimiento del sector, pues ya hay restaurantes que sin informar agregan la propina a la cuenta final del cliente.
Eso fue lo que le ocurrió a Laura Valdés, quien acostumbra a degustar diferentes menús en nuevos locales de restaurantes con sus amigos. En un almuerzo dentro de un restaurante de comida mexicana, la joven se percató de que le estaban cobrando una propina del 15% junto a la cuenta final.
“No me parece justo, y menos cuando la persona que nos atendió en aquel momento se mostró disgustada y poco atenta”, señala la joven, quien luego de hacer las aclaraciones con los encargados del local le cancelaron el pago de la propina de 7 dólares.
Así como Valdés, otros panameños se han visto en situaciones similares, pero para Daniel Zúñiga, del departamento de educación de la Autoridad de Protección al Consumidor y
Defensa de la Competencia (Acodeco), estas faltas se deben denunciar.
El ejecutivo explica que la propina no está establecida por ley, por lo que debe ser meramente voluntaria, agrega que “es responsabilidad del establecimiento informar en caso de que se cobre propina y los porcentajes que manejan mediante letreros visibles”.
En los últimos cinco años la Acodeco ha registrado unas 130 denuncias por falta de información en cobros de propina, en su mayoría han sido a restaurantes y hoteles.
Carmine Piras es gerente del Café Pomodoro. Para él cada vez es más común encontrarse con restaurantes que incluyen la propina en la cuenta final del cliente. En su caso solo imprimen la factura con la sugerencia de propinas de 10%, 15% y 20%.
“El cliente es quien decide finalmente cuánto ofrecer de propina o también en caso de que no quiera ofrecer nada por el servicio”, señala.
Piras agrega que en Panamá el promedio de propinas en restaurantes es de 10%, rango que a su juicio se ha mantenido desde que él empezó a trabajar en este sector en el año 1995.
La disyuntiva de las propinas también se da frecuentemente en la industria hotelera y más en los servicios de valet parking.
Y es que estos servicios han confundido a los que lo utilizan, pues hay hoteles que han empezado a cobrar precios fijos por ellos.
Según Zúñiga, de la Acodeco, esta práctica se debe más que todo por la facilidad del estacionamiento, pero no como propina.
El hotel Marriott es uno de los pocos que se ha mantenido con un servicio de valet parking gratuito. Su gerente de mercadeo, Annette Cárdenas, asegura que “hasta el momento no estamos cobrando por el valet parking, solo la persona ofrece lo que guste como propina”.
Cárdenas indica que el promedio de propinas en este servicio puede ser de un dólar, pero siempre está a voluntad de la persona tanto en este como en otros del hotel.
Para la asesora de imagen y protocolo Marianela Lacayo el ofrecer propinas es una conducta de la sociedad que genera controversia. Cuenta que en el mercado internacional hay países que obligan al pago de propinas, como también los hay en donde no se permite.
Un ejemplo de los países en que se obliga el pago de propinas es Estados Unidos, donde el sector servicios exige entre 15% y 20% de lo consumido; pero en Japón, esta costumbre no es bien vista y es rechazada, pues demuestra actitud de superioridad.
“En Panamá la propina es algo que debe nacer de la persona”, sostiene Lacayo, quien agrega que esta se debe medir como un complemento al servicio que se ha recibido.
La ejecutiva coincide con Pires en que el promedio de la propina en el país es de 10%, pero todo va a depender de la persona, lo que pueda ofrecer y la atención.
En el caso de los valet parking, considera que también se le debe ofrecer una regalía a la persona que maneje su auto; pues es una facilidad que se da en estos momentos en que encontrar una plaza de estacionamiento libre es casi imposible.
“En etiqueta tampoco existe un manual que indique cuánto se debe ofrecer de propina en un restaurante, hotel o salón de belleza”, asegura Lacayo.
Lo que sí está escrito en la Ley 45 del 31 de octubre de 2007, es que todo establecimiento debe informar estas medidas. En caso de que esto no ocurra, usted como consumidor puede formalizar una denuncia por falta de información, que se lleva en la Acodeco.
Para este procedimiento solo es necesario contar con pruebas del recibo de caja donde se demuestre el cobro de la propina.
Las multas a los establecimientos que cometan esta falta pueden ser de hasta 25 mil dólares.
Extraído de Martes Financiero (Manuel Robles)
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