En el medio laboral, las mujeres son las que cometen más errores con su vestimenta en busca de elevar el nivel de la imagen personal y proyectar confiabilidad, seguridad, profesionalismo, inteligencia, respeto y buen gusto. Para lograr un buen vestir en el trabajo, hay que respetar los códigos de vestimenta en cada momento y por ello les señalo los siguientes errores más comunes y así poder evitarlos.
Una falta es no respetar la forma, complexión, volúmenes y talla. Esto hace que se lleven prendas muy ajustadas o muy holgadas, cortes inadecuados que, lejos de resaltar las virtudes y balancear las formas del cuerpo, causan el efecto contrario.
Otra falta es no tener definidos los estilos adecuados para el medio laboral, lo que nos lleva a usar prendas tipo fiesta, muy informales, infantiles, ostentosas, cortes en la ropa que no son formales ni cómodos.
Muchas mujeres desconocen los colores que más les favorecen. Existen colores que resaltan imperfecciones del rostro, ojeras, arrugas, dan un color verdoso, gris, demasiado rojo, amarillo o lo palidecen. Estos debemos evitarlos cerca del rostro.
Usar prendas o complementos con tejidos y materiales poco adecuados para el clima y tipo de funciones que se realizan en el lugar de trabajo es otra falta, como ejemplo de esto: ir muy escotada, tejidos que dejan a la vista la ropa interior, telas demasiado sintéticas o telas gruesas.
Con el calzado suele usarse de tipo fiesta y demasiado altos. Los colores, diseños y materiales deben ser tomados en cuenta cuando se escoge para ir a la oficina. El tacón ideal es de 5 cm. de altura máxima, de grosor medio a grueso y también la plataforma corrida.
Finalmente se deben evitar los accesorios exagerados, demasiado grandes, ruidosos, brillantes, plásticos o con excesos que se ven en pulseras, relojes, aretes, collares, carteras, cinturones, entre otros.
Por Marianela Lacayo
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