Un gran acontecimiento para este otoño: Mademoiselle Longchamp se presenta como el nuevo besace, afirmando con convicción su fiel estilo de inspiración francesa.
Elegante, pero a la vez atrevido, nunca antes habíamos visto un bolso tan espontáneo y natural en Longchamp.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcUayhCo3WN-nrytJmeQEe2Ne_wF3pxaNpfPWbFQ0GkG4QKFmDDjhiCuVfkrhIP1fvOJkyk2kLJrA0V6aUlDhMDPjAv7HuQIF3ssnlUbpBiPkbAkaNkqdZU2UhyphenhyphenrHglEdjV_dA-8fx3eVG/s320/MADEMOISELLE+LONGCHAMP.jpg)
La gama de colores marca el ritmo de la temporada: un negro elegante, un gris delicado, un coñac cálido o un mimosa solar.
Inspirado en las protagonistas de los años setenta, este besace podría encontrarse perfectamente en el hombro de Jane Birkin o de Françoise Hardy... dos mujeres convertidas en iconos por su amor por la libertad y sus deseos de independencia. Hoy, podemos imaginarlo en el brazo de una parisina tan impulsiva como apasionada: un bolso urbano que se lleva cruzado durante el día, y que se cuelga con sutileza al hombro de noche para convertirse en un accesorio sumamente elegante. Ya no hace falta volver a casa después de una larga jornada: Mademoiselle Longchamp cultiva y prolonga a su manera la independencia de las mujeres en su conquista por una vida más fácil, libre de ataduras y absolutamente apasionada.
Estructurada y gráfica, informal y sensual, Mademoiselle Longchamp es la nueva línea de bolsos ideal para las mujeres que desean desobedecer los códigos y para quienes todo es posible.
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