Robyn Lawley: cuando la talla sí importa
Posee las curvas más deseadas de la industria. Charlamos con 'eat girl' sobre alimentación, belleza y otras cuestiones de peso.
Robyn Lawley come. De eso estoy segura. No sé si se puede decir lo mismo de otras modelos o si habrá quien piense que resulta una obviedad ofensiva puesto que esta top no pesa 50 kilos, pero lo cierto es que así se llama su página web en la que da buena cuenta de sus recetas favoritas. Por algo figura en nuestro ranking de Eat girls, es chica Glamour en nuestro número de las curvas y una de las modelos más deseadas. Y no sólo por los hombres sino por las marcas que se la rifan como embajadora.
Lo mismo desfila tallas grandes para firmas como Elena Miró como posa con su propia línea de baño o se convierte en la primera maniquí por encima de la talla 10 (el equivalente aproximado a nuestra 42) en protagonizar una campaña (estándar) de Ralph Lauren.
Porque Robyn Lawley no está gorda. Puede que sus rotundas medidas (99-78-106) desafíen la redondez numérica del 90-60-90 pero, con su sola presencia en la industria, esta australiana demuestra que no hay cifra que mida la belleza. Aunque si le preguntas, te dirá que el tamaño importa...¡ y mucho!
No en vano su trayectoria viene marcada por sus curvas, de las que habla y se siente orgullosa. Gracias a ellas se pasea por lo editoriales de las revistas de moda de todo el mundo y se codea con las número 1 de la pasarela, una tarea aún pendiente en su impresionante currículum.
"Soy algo poco habitual en el mundo de la moda"
En este campo fue Crystal Renn la pionera de la mano de Jean Paul Gaultier. Eso fue en la época en que la modelo estadounidense protagonizaba junto a Tara Lynn y Robyn Lawley la mítica portada de Vogue Italia dedicada a las mujeres reales (junio 2011). Antes de adelgazar drásticamente, teñirse de rubio y adoptar los ceñidísimos corpiños de Zac Posen como uniforme habitual de la alfombra roja.
Sí, Robyn Lawley impone. Sus ojos verde azulados, sus facciones delicadas y su melena voluminosa no consiguen hacer sombra a sus 188 cm de altura. Otra 'imperfección' que ella ha sabido transformar en virtud.
¿Hay algo que tu cuerpo te haya impedido hacer?
Seguro que sí pero no puedes arrastrar esas cosas. Al principio de mi carrera tuve agentes que me dieron una palmadita en la espalda mortificados por mi altura. Con 1,88 m soy algo poco habitual en el mundo de la moda. Pero es algo que me hace especial así que me rodeé de agentes que, por el contrario, lo valoraban en positivo.
"Una mujer nunca es demasiado delgada", ¿qué le dirías a Wallis Simpson?
Ese es un comentario muy peligroso hecho por una mujer triste y solitaria que buscaba un hombre rico tras una infancia pobre y cuyo marido tuvo un archidocumentado desorden alimenticio. Dejar de comer puede causar daños irreparables en el cuerpo y las mujeres, por naturaleza, deben acumular peso en zonas especiales como los muslos o las caderas.
Se habla mucho de 'belleza real' pero, ¿quién la encarna para ti?
Creo que Jennifer Lawrence es una belleza real. Es dulce, tiene curvas y un impresionante talento.
Robyn acaba de definir a una girl crusher, un perfil que lidera nuestra portada de Glamour noviembre pero en el que también ella encaja a la perfección. En su particular cruzada por derribar tópicos, la adolescente que cocinaba junto a su madre y que hizo de la gastronomía su profesión, probó que moda y alimentación no son términos opuestos, irrumpiendo en una industria que las prefiere delgadas. Pero no por eso renunció a su pasión por los fogones.
Con 24 años sus recetas triunfan en la red gracias al portal Robyn Lawley Eats y al programa que rueda en la cocina de su casa en Nueva York. "No hay amor tan sincero como el amor a la comida", decía George Bernard Shaw y suscribe Robyn que se confiesa foodie y considera comer como el mejor regalo de la vida.
¿Cómo te decidiste a empezar tu blog?
Empecé en Tumblr porque sentí que debía enseñar la comida que tengo el privilegio de probar en ciudades y restaurantes de todo el mundo y me permitía combinar mi pasión por la cocina con la fotografía.
¿Tienen moda y alimentación diferencias irreconciliables?
Personalmente creo que quedan muy bien juntas. La mayoría de modelos que conozco son foodies, incluso las de talla regular. Y, como la moda, la gastronomía también sigue tendencias.
Si tuvieras que quedarte con una de ellas, ¿cuál sería?
Tengo muchas pasiones y creo que hay espacio para todas, sólo se necesita dedicación y práctica. La mayoría de la gente no sabe que Leonardo Da Vinci no era sólo arquitecto sino diseñador, científico, pintor, inventor, músico etc. Admiro a ese gente pero no soy Leonardo sólo me gusta hacer lo que hago.
¿Comen realmente las modelos de pasarela?
¡Sí! ¡Claro que sí! Algunas chicas son delgadas por constitutción y llevan una dieta equilibrada aunque la mayoría no tienen esa talla y se esfuerzan por mantenerse en ella. Es una línea muy peligrosa y conozco muchas modelos que tienen que olvidarse de la comida durante las Fashion weeks y los shootings para poder entrar en la ropa.
¿A los hombres se les conquista por el estómago?
¿Y a ti? ¿Cómo se te conquista?
Teniendo en cuenta que me encanta casi toda la comida, creo que soy presa fácil para los hombres que cocinan bien.
Has derribado muchas barreras. ¿Hay algún sueño que te quede por cumplir?
¡Por supuesto! Tengo muchos y creo que es importante tenerlos. Evoluciono retándome a mí misma, aprendiendo nuevas habilidades y hobbies.
¿Te ves a desfilando en Paris Fashion Week como en su día Crystal Renn?
¿Qué rutina de belleza sigues para cuidarte?
Si no trabajo, dejo mi rostro en paz. Normalmente preparo mi propio limpiador facial con aceites esenciales y de oliva. También uso las cremas SKII y si voy a salir durante el día, siempre llevo protector solar.
¿Y qué no puede faltar en tu armario?
Tengo mucho apego a mi ropa pero mis favoritos son mi chaqueta de cuero de Willow y mi abrigo de invierno de Alexander Wang.
Por: Blanca de Almodoz
Glamour España
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