miércoles, 10 de noviembre de 2010

El vestido Negro…imprescindible es poco.




Amigos, hoy quiero escribirles acerca de una de las piezas mas importantes dentro de las creaciones en la moda. Todas sabemos de la importancia de disponer en nuestro closet de ciertas piezas de las que no podemos prescindir debido a su practicidad y clasicismo, la mayoría. Son prendas de gran importancia en nuestra vida y con la ventaja de que a pesar del paso del tiempo, nunca pasan de moda si no que evolucionan con cada época.


El vestido Negro tiene más de 80 años de estar entre nuestras piezas, y ni siquiera Coco Chanel pudo imaginarse por aquel entonces el nivel de relevancia que tendría esta pieza para la mujer. El vestido Negro nació como un elegante elemento para ser utilizado en momentos especiales y esa premisa seguimos haciéndola valer. Al final de sus días Chanel estaba más agradecida con sus “ayudantes no oficiales” (modistas que copiaban sus diseños), por  confeccionar esos diseños a tantas mujeres a las que ella no podía complacer, por el costo de sus diseños y creaciones singulares.

Una pieza must have, que es multifuncional, indudablemente con una sencillez delicada y que inspira admiración. Tiene muchos componentes; ha pasado de ser clásica a revolucionaria, a contemporánea, retro, etc. Ha tenido y sigue teniendo tantos significados, uno de los más permanentes, servir para expresar el luto.

A lo largo de los últimos 100 años han existido múltiples estilos siempre referenciados en el vestido Negro. Uno de los más elegantes y glamorosos era el de tela de terciopelo, sin divorciarse de esos corsés y faldas de múltiples capas. Escotes vertiginosos con cadenas tejidas con brillantes, el famoso vestido negro coctel, que nace en el período de la ley seca cuando el licor se conseguía solo de contrabando y mezclaban para que pudiera ser bebido. Seda y crespón de china,  ya sin mangas  y escotes en las espaldas. En fin esta pieza ha pasado por muchas épocas memorables, algunas de glamour y extravagancia, otras de rebeldía y lucha de derechos, tiempos de guerra y luto; lo que hizo que ésta pieza fuera camaleónica y se ajustara a las necesidades y cambios de estás distintas épocas.

Decía Vogue en 1944: “Diez mujeres sobre diez tienen uno, pero diez mujeres sobre diez quieren otro”, y esto es algo que sigue sucediendo. Es como una adicción.

En estos tiempos, coexisten tantas mezclas de tendencias, de culturas, tantos avances en la industria textil, tanta creatividad en el diseño que sería imposible mencionar todos los tipos de diseños que existen y opciones. Somos definitivamente afortunadas de poder además remontarnos a esas épocas replicando esos hermosos diseños y sentirnos como las divas de las películas de los años 30.


Les recomiendo el cine como medio de referencia para que se deleiten con el abanico de opciones de diseños, formas, texturas, formas de llevarlos, cómo manejarlos, los accesorios que se deben poner con el imperioso traje negro. Nadie puede olvidar el afiladísimo escote del vestido negro de Marilin Monroe en la película Con faldas y a lo loco con Tony Curtis y Jack Lemmon y dirigida excepcionalmente por Billy Wilder, o qué me pueden decir del sexy a la par que elegante vestido utilizado por Audrey Hepburn en Desayuno con Diamantes.
 
Uno de los accesorios más combinado con trajes negros han sido las perlas y brillantes. Por supuesto ahora se llevan otro tipo de piedras, y materiales pero desde sus principios las perlas y los brillantes son los acompañantes inseparables.

Voy a hacer algunas recomendaciones para aquellas enamoradas de los trajes negros y esas que creen fielmente que es una pieza que debe tener un lugar especial en nuestro armario.

Combinar el traje con zapatos de otro color, no necesariamente tienen que ser negros, por supuesto esto, como casi todo, depende de la ocasión y relevancia del evento. Tratar de que la cartera y accesorios (joyas) vayan acorde a los zapatos que se escojan. Si optas por utilizar medias, las ideales son las ahumadas, color carne o transparentes, ya que el uso de medias muy oscuras puede darle una apariencia muy gótica, a menos que sea eso lo que buscas.

Joyas o bisutería; para el caso mas elegante llevar perlas, brillantes, piedras preciosas (o fantasía muy fina). En estos casos, si lo que tenemos es un collar de perlas que se nota que son exageradamente falsas, lo mejor es dejar el escote al desnudo y enfocarse en unos aretes sencillos de perlas. Nunca olvidar pintar las uñas, es inevitable el efecto que hace sobre el resto de complementos el traje negro, poniendo al descubierto cualquier descuido.


Para dar realce a un pecho poco dotado, elige un vestido con cuello ojo de buey, hacia delante. Si quieres realzar curvas escoge un vestido con cintura marcada, escote en V, falda al cuerpo, con tela suave sobre las caderas. Para ocultar curvas, en el caso del escote deberá ser en forma de barca. Ocultar trasero prominente, el traje en forma de A es la mejor opción. Para ocultar la barriguita o las lonchitas, el talle imperio es el adecuado y las caderas con mucha curva se ocultan con falda con capas asimétricas.
 
Y en el maquillaje, recuerden unos ojos bien marcados con boca al color natural, o los ojos muy naturales y boca con un color en combinación con los accesorios.

Y en la fiesta no olviden pedir un Martini sería la mejor combinación con este maravilloso atuendo.


Por: Marianela Lacayo