viernes, 6 de enero de 2012

Algunas tendencias moda 2012

Lo que se llevará...qué te parece?


Vestidos de encaje con Cuello Peter Pan


Zapatillas de encaje y esparto de Valentino


Sombrero fieltro como este de Lanvin
 

Pendientes con detalle de frutas o  vegetales como estas de Dolce&Gabbana


Pañuelos de verano tipo los de Hèrmes
 


Sandalias trenzadas como estas de Valentino


Blusa con línea de botones y cuello en color contraste

Bandoleras, animal print, en color basico de verano "rojo" de Mango


Cinturón con cadena de Mango



Fular estampado de puntos de Mango


Sandalia con cuña de estampado tipo animal

Jump Sut monocolor y en contraste con el color de los botones

Jump sut, estampado y de botones

Traje estilo años 60, corto y acompañado de bandolera corta y mocasines haciendo contraste


Mini jump sut, bolso tipo maletin de doctor, sombrero y sandalias con amarras gladeadoras




El retorno de los señores trajeados



Traje de Tze Goh para el otoño e invierno de 2011 inspirado en los trajes de Beauys


El nombramiento del nuevo gobierno trae a las cabeceras una oleada de hombres de traje.



 

Desde que tenemos nuevo Gobierno se ha disparado el índice de corbatas por página de periódico. Como bien decía Ramón Lobo cuanto más abundan las fotos de señores encorbatados más aburrimiento provoca la lectura de la prensa. Ayer mismo la foto de portada del diario El País muestra un nutrido grupo de señores en el Ministerio del Interior con trajes tan grises como los cargos que estrenan y abandonan.

Varias cosas propician que los editores gráficos tengan que esmerarse bastante para que sus periódicos no terminen monopolizados por fotos de señores grisáceos. La primera cosa que les pone las cosas difíciles es que el Gobierno de Rajoy está dominado por esa clase de políticos.

En él hay nueve hombres, sin contar al propio presidente, y sólo cuatro mujeres -que tampoco son precisamente la alegría de la huerta-. Algunos de los nuevos ministros de hecho son el estereotipo de señor trajeadísimo al que casi nadie se atrevería a tutear. Se llevan la palma Luis de Guindos y Jorge Fernández Díaz. Parece una misión imposible imaginar a cualquiera de los dos con vaqueros y una chupa entrando en sus respectivos ministerios.
elpais
La portada de El País del 3 de enero de 2012: muchos señores a los que nadie se atrevería a tutear acaparando portadas.
La segunda cosa que provoca esta situación es que no hay nada como un buen puñado de ministros trajeados para que aparezcan a su alrededor muchos otros señores trajeados: subsecretarios, funcionarios de alto rango, presidentes de organizaciones empresariales, banqueros…

Por si todo eso fuera poco resulta que uno de los protagonistas del juicio del momento es precisamente un sastre especializado en confeccionar trajes a señores muy, muy poderosos. Vamos, que semejante panorama parece sacado de una hipotética película póstuma de Rafael Azcona y Luis García Berlanga que llevase por título ‘El Trajecito’.
periodico
El Príncipe y el Rey, muy incómodos con sus corbatas.
La estética del traje gris
El uso de un duro e invernal blanco y negro por parte del fotógrafo Txema Rodríguez en las fotos disparadas a las puertas de los juzgados de Valencia define la estética de estos tiempos. El gris domina la política española como hace muchas décadas que no lo hacía. Habría que retrotraerse a la época en la que los despachos ministeriales apestaban a Ducados para encontrarnos con algo similar.

Esos trajes grises como la ceniza de ministros, altos cargos, ex presidentes autonómicos, testigos judiciales y demás fauna no parecen ser una casualidad. Más bien cumplen la función del mercurio que marca la gélida temperatura de un país algo asustado.
sastre
La portada del sastre: José Tomás, el sastre que confeccionaba trajes de señores poderosos que tiene revolucionada a España.
Decía Joseph Beauys que los aburridos y grises trajes de fieltro que solía usar –y que han sido rescatados por Tze Goh para su colección de otoño e invierno-representaban el aislamiento del hombre en nuestro tiempo”. No parecía faltarle la razón. Casi estamos tentados a pensar que esos trajes parecen cumplir la función de aislar a los que los llevan puestos de las desilusiones que provocan sus decisiones. De la misma forma que Pinochet parecía aislarse del mundo con aquellas gafas de sol que lucía en 1973 tras su golpe de estado.

Fuente: S Moda. Ramón Peco, El País