sábado, 22 de enero de 2011

La rueca sigue girando en Galicia

Las tejedoras están preocupadas por el futuro del oficio. | Silvia Pena Las tejedoras están preocupadas por el futuro del oficio.
  • Existen más de cien artesanos inscritos en el registro de actividad de tejidos
  • Las prendas que confeccionan se venden por encargo o en ferias de muestras
  • Se dedican a la creación de complementos de moda y hogar

Parte de ellos se dedican a la confección textil en telares de similares características a las máquinas de madera de siglos pasados. Son telares grandes para sentarse sobre ellos o más pequeños, de sobremesa, reformados y mejorados, con los que elaboran prendas que, generalmente, venden por encargo o en ferias de exposiciones. La semana próxima uno de estos talleres, Belategui Regueiro, instalado en la localidad coruñesa de Cambre, representará a Galicia en la feria profesional Maison&Object de París a través de Artesanía de Galicia.
Los pequeños recogen la tradición. | S.P.La empresa de artesanía textil fue fundada a principios del siglo pasado y se dedica, como algunas otras en la comunidad, a la creación de complementos de moda y hogar realizados con tejidos elaborados a mano en sus propios telares artesanales con materiales cien por cien naturales como la lana, la seda, la alpaca o el lino. Unas prendas que se distinguen por la calidad, el diseño y los acabados.

Enseñando a los más pequeños

"Adolfo Domínguez también empezó con un telar", recuerda Carmen Rodríguez Álvarez. Su abuela y su madre la iniciaron en la actividad en el pequeño municipio de Navia de Suarna (Lugo). Una tradición que aprendió "casi sin darme cuenta" y que desde hace años intenta inculcar a los más jóvenes de la capital lucense. "Queremos que los niños y niñas de hoy en día sepan que existía el telar y cómo se utilizaba porque era nuestro modo de vida", explica.
Desde hace ocho años se dedica a dar clases en el Centro Social de Fingoi no sólo a los más pequeños, sino a todos aquellos que quieran iniciarse en el oficio. Para ellos, porta sus más de diez telares, alguno centenario, y enseña todo el proceso, desde el cardado de la lana hasta la confección de la prenda. "Los cursos son de pocas horas, por lo que hacemos toallas o paños pequeños porque lo demás es más trabajoso", cuenta Carmen.

Un trabajo laborioso. | S.P.La tejedora espera que la tradición nunca deje de enseñarse, a pesar de las dificultades que aprecia en la venta del producto hoy en día. "Para hacer una prenda como una manta o una colcha se necesitan muchas horas, algo que nunca se paga en los trabajos manuales", lamenta.

Durante las pasadas dos semanas los jóvenes escolares de Lugo han aprendido las nociones básicas sobre el funcionamiento de un telar, desde el orden de colocación de los hilos o el orden correlativo de los pedales. Un ejercicio que atrae a los más pequeños y que los hace convertirse en artesanos por un día.

Un ejemplo similar lo encontramos en la montaña lucense, en pleno Camino de Santiago. Es en Triacastela donde nace Artelar, la Asociación de Artesanas del Telar, "con el objetivo de dar a conocer un oficio tradicional a todos los caminantes que año tras año visitan el pueblo", explica su presidenta, María Isabel Fontal. El telar de madera sirve como pieza de museo para los visitantes pero también es el espacio de trabajo de Cecilia Carballo, una de las asociadas que se gana la vida con la venta de prendas elaboradas de forma artesanal.

Cecilia adquiere el material en el mercado catalán, por la escasez del producto en Galicia, donde la lana de oveja hace tiempo que se tira. La mayor parte de su producción responde a fulares, bufandas y chales, artículos que elabora por encargo o vende en ferias a las que asiste de forma regular. "Son prendas únicas, no existen dos iguales aunque lo intentes, por lo que los precios no pueden ser como una bufanda de una de las tiendas de los chinos", relata.

Recientemente, ha incorporado entre sus clientes a los centros gallegos vascos, un nuevo comprador al que espera vender sus prendas.
Al igual que los demás artesanos dedicados al oficio de tejer, Cecilia no teme la desaparición de la profesión aunque reprocha un mayor control sobre la actividad a las administraciones. "Nosotras tenemos una carta de artesanos que nos concede la Xunta y pagamos el seguro de autónomos pero existe mucha economía sumergida en el sector que vende a bajo coste y perjudica nuestro trabajo", denuncia.

Desde la Consellería de Industria se les exige a las tejedoras registrar el taller, así como una carta de artesano con la que asistir a ferias, recibir formación o ayudas para la mejora o mantenimiento de sus lugares de trabajo. Una actividad que se intenta fomentar desde el Ejecutivo autonómico como marca de calidad y como un modo de vida que no ha muerto a pesar de la aparición de la confección industrial y los planes de internacionalización del sector textil moderno, anunciados esta misma semana por la Xunta.

Recuperación de la felpa gallega

Hay más de 100 tejedoras registradas. | S.P.Así, nacen iniciativas como la de la etnógrafa inglesa Anna Champeney, quien hace años decidió dar un nuevo rumbo a su vida e instalarse en plena Ribeira Sacra donde montó su telar tradicional. Se preocupó por "resucitar una tradición a punto de caer en el olvido"; la técnica de la felpa gallega cuenta con más de 1.500 años de vida. Desde su casa con vistas al Río Sil, en Cristosende, desarrolla tejidos "con raíz" que obtiene de la propia tierra y que, según destaca "desprenden toda la fuerza de la tierra y de la cultura en la que se crean".

La técnica de la felpa consiste en extraer cada uno de los bucles que componen la pieza a mano, convirtiendo el proceso en laborioso, de forma que una pequeña pieza, como un cojín, puede contener más de 3.000 bucles.

Artículos que recuerdan a los cobertores que todavía se encuentran en las casas de aldea o en las viviendas de nuestros antepasados realizados en colores vivos y decorados con motivos florales o formas geométricas.

Anna Champeney reclama un papel más internacional para este tipo de prendas y confecciones tradicionales. Cree que la técnica, demasiado próxima al pasado rural, está "marcada por la nostalgia y el desprecio, lo que no permite que haya mercado en un contexto moderno", por lo que ha decidido, a través de su web, buscar clientes fuera, en países como Dinamarca o Gran Bretaña de quienes ya recibieron visita en la montaña lucense.

Los numerosos telares que todavía están en funcionamiento en la comunidad aventuran la continuidad de una tradición que, como muchas otras en el rural gallego, sigue siendo cosa de mujeres.

Extraído de El Mundo (Silvia Pena)

Etnia Barcelona crea un modelo de gafas exclusivo para la regata Barcelona World Race

Los participantes en la Barcelona World Race disponen de un modelo exclusivo de gafas realizado por la compañía Etnia Barcelona, patrocinador de la regata. Esta firma ha facilitado a los regatistas y a sus equipos organizativos un nuevo modelo diseñado para la ocasión. Etnia Barcelona es una compañía creada en la Ciudad Condal, que desarrolla atrevidos diseños de monturas y apuesta por la investigación y la innovación.

Este acuerdo coincide con la voluntad de la FNOB por hacer de una regata vuelta al mundo un proyecto de referencia, y dar valor a las soluciones de los diferentes patrocinadores. En este caso, la firma óptica incluye en su marca el nombre de la ciudad y la regata, destacando que más allá del éxito deportivo y de diseño figura una voluntad de promocionar el nombre de la ciudad a nivel internacional.

Por otro lado destaca la creación de un modelo de gafas técnicas. Para ello, Etnia ha estudiado las necesidades de los navegantes en cuanto a protección ocular en busca de un producto adaptable a su situación. Los valores propios de Etnia Barcelona, como innovación e internacionalidad, coinciden perfectamente con la filosofía de la prueba.

Etnia Barcelona es una marca creada por David Pellicer, dedicada a ofrecer al cliente una libertad superior de elección, con una amplia gama de colores, colecciones y diseños para todo aquel que quiera expresarse más allá de los cánones impuestos por las tendencias del momento. La compañía cree en una nueva etnia, existente en todos los continentes y con los valores de la modernidad, entendidos en términos de libertad e igualdad. La compañía exporta el 85% de su producción.

Etnia Barcelona es una marca de gafas, creada por David Pellicer, dedicada exclusivamente a ofrecer al cliente una libertad superior de elección, creando una amplia gama de colores, colecciones y diseños para todo aquel que quiera expresarse más allá de los cánones impuestos por la moda o las tendencias del momento.

En la actualidad dispone de puntos de venta en Portugal, Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Suiza, Austria, Holanda, Lituania, Polonia, Grecia, Alemania, Andorra, Irlanda, Inglaterra, Israel, Sudáfrica, Canadá, Estados Unidos, México, Argentina, Uruguay, Corea, Japón, Finlandia, Brasil y Australia. Desde 2003, el volumen de negocios se ha multiplicado por 30, con exportaciones que representan el 85% de la producción.

Extraído de Cinco Días

Michelle Obama conquista Pekín con su vestido 'rojo chino'

  • La prensa china celebra la imagen de Michelle y la definen como 'fantástica'


  • La primera dama eligió un vestido rojo chillón para recibir a sus invitados


  • En China se habla de un 'nuevo capítulo' en las relaciones con EEUU





  • Tras un año de tensiones con Estados Unidos, los medios chinos celebran la cumbre presidencial en Washington como un éxito. La atmósfera ha mejorado visiblemente, también gracias a Michelle Obama.

    La primera dama estadounidense se ganó a los chinos con un espectacular vestido de noche de color rojo. La propaganda china celebraba la cumbre entre el jefe de Estado y partido del país, Hu Jintao, y el presidente estadounidense, Barack Obama, como una "proeza histórica" en la diplomacia bilateral. Los medios estatales chinos ven un "nuevo capítulo" en las relaciones con la superpotencia estadounidense.

    Las noticias centrales de la noche en la televisión estatal CCTV, habitualmente de sólo 30 minutos, dedicaron 35 minutos a mostrar las imágenes de la pompa y honores militares con que fue recibido Hu Jintao en la Casa Blanca.

    Los diarios mencionaban reiteradamente que Obama sólo ofreció anteriormente en dos ocasiones un banquete de Estado: a los presidentes de la India y México. Esta vez, incluso los principales banqueros estadounidenses lucharon por conseguir un sitio en la mesa junto a Hu Jintao.

    "El gran jefe chino va de compras a Estados Unidos", comentaban los internautas sobre los acuerdos de negocios cerrados en la visita, con un valor de 45.000 millones de dólares. Un diario habló de una "asociación vital" entre las dos principales economías del planeta. La disputa por la devaluación de la divisa china, el desequilibrio comercial, la forma de actuar con la imprevisible Corea del Norte, el suministro de armas de Washington a Taiwan o el mismo rearme de China parecían de repente olvidados. El portavoz del Ministerio del Exterior chino, Hong Lei, habló ante periodistas en Pekín de una "sintonía total", aun cuando el supuesto acercamiento fuera apenas reconocible.

    El verdadero avance estuvo posiblemente en otro lado. "Estados Unidos homenajeó a China", resumió el renombrado profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Popular, Shi Yinhong, en Pekín. "En la tensa situación actual, los dos países comprendieron que deben mejorar la atmósfera y reducir las tensiones para lograr las condiciones de una colaboración".

    Para el rígido tecnócrata Hu Jintao, de 68 años, el homenaje de su poderoso rival estadounidense supone el punto álgido para su carrera en política exterior, que terminará en 2012.

    'Fantástico por Michelle'

    Pero en realidad fue Michelle Obama quien conquistó a los chinos. La primera dama eligió un vestido de noche rojo chillón para recibir a sus invitados. Su imagen con Hu Jintao ilustraba hoy las webs de noticias en China y el popular portal sohu.com destacaba incluso los "elementos tradicionals chinos" en la prenda.

    Además, inicialmente se especuló con que el diseñador del vestido fuera chino. En realidad, el vestido era de Alexander McQueen, cuyo diseñador se suicidó hace un año. "Un rojo chino", "fantástico por Michelle" o "una atmósfera como de Año Nuevo chino", fueron algunos de los comentarios al respecto.

    "¿Dónde está la mujer de Hu?", se preguntó también alguno. Pese a que no es habitual en la cúpula china llevar en los viajes al extranjero a sus parejas, la modesta Lui Yongqing ha acompañado ya en varias ocasiones a su marido.

    Los medios de Hong Kong y Taiwan especulaban con que posiblemente Lui, de 70 años, esté enferma. El portavoz Hong Lei respondió a las preguntas de los periodistas señalando que se trataba un simple "acuerdo del protocolo diplomático".

    Extraído de El Mundo