miércoles, 1 de agosto de 2012

La foto del verano que el Partido Popular no quiere para Rajoy



Rajoy, en los toros en 2011 con el presidente de la Xunta y el de la Diputación de Pontevedra. | R. González
Rajoy, en los toros en 2011 con el presidente de la Xunta y el de la Diputación de Pontevedra. | R. GonzáleEl partido sondea a sus cargos para organizar el descanso del presidente



  • El partido sondea a sus cargos para organizar el descanso del presidente
  • Temen que una instantánea demasiado veraniega afecte a su popularidad
  • Sus vacaciones se limitarán a una escapada a Galicia un fin de semana largo
  • Cambiará su piso a pie de playa por un alojamiento más discreto y seguro
  • Le aconsejan evitar rutinas como ir a los toros, el Náutico o el Casino

La incertidumbre de los mercados y las presiones de instituciones y ciudadanos han reducido a la mínima expresión las vacaciones estivales del presidente del Gobierno. Pero además de la apretada agenda que le impone el cargo, Mariano Rajoy tendrá que sortear una limitación añadida para lograr una mini escapada con su familia: el temor de su partido a que cualquier movimiento que realice este agosto afecte a su imagen pública.
El PP gallego lleva varias semanas sondeando a representantes y cargos del partido para averiguar cuál sería el mejor plan estival para el presidente. Personas cercanas a Rajoy han confirmado que él mismo ha sido el primero en autoimponerse una reclusión en su despachoeste mes de agosto. Lo que intentan averiguar los 'populares' es cómo canalizar los escasos días de descanso de los que disfrute.
Las fuentes consultadas por este periódico explican que el miedo de su partido es que el presidente sea 'cazado' en una instantánea demasiado relajada o veraniega, pues podría interpretarse entre la ciudadanía como la imagen de un presidente poco preocupado por la crítica situación económica.
Los ánimos están muy alterados tras los últimos recortes, de forma que el temor de los 'populares' gallegos va incluso más allá: que Rajoy reciba un abucheo público como el que en las últimas semanas sufrieron la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes o el líder de UGT, Cándido Méndez.
La 'encuesta' del PP se centró en especial en los cargos del partido en Galicia, pues creen que lo peor que podría pasar al presidente seria un abucheo en su propia ciudad, Pontevedra, o su localidad habitual de veraneo, Sanxenxo.

Cambio en la rutina

Tras recabar la opinión de alcaldes, diputados y concejales la conclusión ha sido que los gallegos no reaccionarían mal a la presencia puntual de Rajoy en su tierra, pero que sí podría sentar como un jarro de agua fría verle en algunas citas en las que es un habitual desde hace décadas: su paso por la Plaza de Toros de Pontevedra, sus paseos por las playas de A Lanzada (O Grove) o Silgar (Sanxenxo) y su terraceo en el Club Náutico.
Así las cosas, las fuentes consultadas señalan que el presidente volverá a elegir la provincia de Pontevedra para su escapada veraniega, pero que sus días de descanso se reducirán a cuatro o cinco, un fin de semana largo, a mediados de agosto. La fecha definitiva estará supeditada a otras citas obligadas en su agenda: los viernes 3, 24 y 31 de agosto habrá Consejo de Ministros y el día 14 tendrá el tradicional despacho estival con el rey en el Palacio de Marivent.
El primer cambio que su propio partido recomienda a Rajoy es su alojamiento. El presidente posee desde hace años un piso a pie de playa en Sanxenxo, pero el amplio despliegue de seguridad que requiere su cargo y la visibilidad que le daría estar en pleno centro de un pueblo que en agosto es un hervidero de turistas lo convierten en destino inviable.
Imagen de archivo de Rajoy, en el verano del año 2000, en los toros en Pontevedra. | El Mundo
Imagen de archivo de Rajoy, en el verano del año 2000, en los toros en Pontevedra. | El Mundo

Limitaciones que afectan a toda su familia

Al respecto, fuentes 'populares' han señalado que llevan varias semanas buscando un alojamiento alternativo. No se descarta que pueda instalarse en un chalé que tiene su hermano Enrique en la zona residencial de Punta Seame, pero la aspiración de su gabinete es que no trascienda el lugar concreto.
La mujer de Rajoy, Elvira Fernández, 'Viri', y sus dos hijos (Juan, de seis años, y Mariano, de 12) llevan unos días en tierras pontevedresas y hay quien asegura haberles visto de terraceo, pero lo cierto es que su piso a pie de playa está cerrado a cal y canto y que la discreción que caracteriza a la esposa del presidente es mayor este verano.

Ni puro en los toros ni baile en el Casino

El verano pasado Rajoy fue el político más buscado durante todo agosto y al final reapareció el sábado 13 en el palco de autoridades de la Plaza de Toros de Pontevedra acompañado por el presidente de Galicia, el también 'popular' Alberto Núñez Feijóo. Esta cita, a la que es un habitual, parece que no se repetirá este año.
La posibilidad de que aparezca en los medios de comunicación fumando el puro que siempre le acompaña en este acto horroriza a su gabinete.También que pueda ser el destinatario de un abucheo o pitido espontáneo (o no tanto) desde las gradas.
Otra imagen que evitarán es la que protagonizó el año pasado durante el baile anual de debutantes del Liceo Casino de Pontevedra, del que es socio. En 2011 apadrinó a la hija de un amigo muy cercano y la sacó a bailar, pero todos los 'populares' consultadas aseguran que verle rodeado de lo más destacado de la sociedad pontevedresa puede sentar muy mal entre la inmensa mayoría de la ciudadanía.
La última foto que la 'encuesta' del PP desaconseja completamente es su presencia en la terraza de la Taberna del Náutico de Sanxenxo. El presidente del Gobierno suele reunirse en estas instalaciones con sus amigos más cercanos, pero este agosto parece que se hará muy difícil verle por allí. Huir de los fotógrafos será su consigna en caso de que finalmente pueda disfrutar del breve descanso gallego.
Extraído de El Mundo (Natalia Puga)

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