martes, 19 de abril de 2011

El protocolo marcará al milímetro el desarrollo de la boda real

Londres, 19 abr (EFE).- La boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton comenzará a las 11 de la mañana (10.00 GMT) en la abadía de Westminster y durará una hora y cuarto, tras lo cual los recién casados recorrerán en una carroza el centro de Londres hasta el palacio de Buckingham, donde saldrán al balcón para saludar.

El protocolo marcará al milímetro el desarrollo de la boda real, con la llegada al templo a las 8 de la mañana de los primeros 1.900 invitados, a los que St James's Palace, residencia del príncipe Carlos y sus hijos, ha denominado "la congregación principal".

Los siguientes en llegar serán los jefes de Estado y de Gobierno extranjeros y los miembros de las familias reales, que deberán empezar a ponerse en sus sitios a las 10 de la mañana. Tal y como dicta el protocolo, el novio y el resto de miembros de la familia real británica, con la reina Isabel al frente, serán los últimos en llegar, minutos antes de la entrada de la novia.

Serán las 11 en punto de la mañana, pero quienes estén en las inmediaciones de la abadía y quienes sigan la retransmisión por televisión (se espera una audiencia mundial de 2.000 millones de personas) habrán tenido antes la oportunidad de ver el vestido de la novia, el secreto mejor guardado de la primera "boda del siglo".
Según informó recientemente el diario "The Daily Telegraph", Kate ha encargado tres vestidos distintos para garantizar la sorpresa el 29 de abril, en el caso de que haya filtraciones previas.

La novia se trasladará a Westminster en una limusina Rolls-Royce, la misma en la que viajaban el príncipe Carlos y su esposa Camilla cuando fueron atacados durante las protestas estudiantiles de diciembre pasado y que ha sido reparada en los últimos meses.

De color negro y granate, el Rolls-Royce Phantom VI, un regalo que el fabricante de coches de lujo hizo a la casa real en 1977 y que es más conocido como el "Rolls-Royce One", tiene el techo y la parte trasera de cristal, lo que permitirá ver el vestido.

La novia tomó personalmente la decisión de ser trasladada hasta la abadía en un coche, en contraste con la tradición mantenida hasta ahora de carruajes de caballos, con el objetivo de ofrecer una imagen de modernidad y de cierta austeridad en esta boda.

Michael Middleton acompañará a su hija al altar, donde le esperará el príncipe Guillermo, junto al deán de la abadía de Westminster, John Hall; el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, y el obispo de Londres, Richard Carew, encargados de la ceremonia.

El deán dirigirá el oficio religioso, el obispo leerá la homilía y el arzobispo de Canterbury les convertirá en marido y mujer.El obispo de Londres, que en las últimas semanas confirmó a la novia en la fe anglicana, es amigo personal del príncipe Carlos y conoce desde hace muchos años al príncipe Guillermo, fue el encargado de oficiar el funeral de Diana de Gales en 1997.

La dama de honor será Philippa -más conocida como Pippa- Middleton, hermana de la novia, y el padrino el príncipe Enrique, el hermano del novio, con seis pajes, de entre 3 y 10 años de edad, escogidos entre hijos y nietos de la familia y de amigos. Elegidos por la pareja estarán, por ejemplo, lady Louise Windsor, de 7 años y prima hermana del príncipe; Eliza Lopes, de 3 años y nieta de la duquesa de Cornualles; dos ahijados del novio, Grace Van Cutsem, de 3 años, y Tom Pettifer, de 8 años, y Billy Lowther, de 10 años e hijo del secretario privado de Guillermo y Enrique.

El papel que tienen asignado es el de estar con la novia en la mañana de la boda, acompañarla hasta el altar y seguir a los recién casados en su salida del templo, tras lo cual se subirán en los carruajes de la procesión real hasta el palacio de Buckingham. En ese momento, Kate Middleton ya será la princesa Catalina, aunque aún está por conocer el título oficial que tendrá la pareja.

El trayecto hasta palacio recorrerá las calles céntricas de Londres y los recién casados previsiblemente utilizarán la 1902 State Landau, una carroza tirada por caballos. La State Landau es la misma que utilizaron el príncipe Carlos y Diana en el recorrido que hicieron entre la catedral de St Paul y el palacio el día de su enlace matrimonial, el 29 de julio de 1981.

Pero todo dependerá del clima, porque si llueve la pareja regresará en el Coche de Cristal (Glass Coach) construido en 1881, que tiene un techo permanente y que ganó celebridad porque fue el que llevó a Lady Di a la catedral londinense el día de su boda.

A las 13.25 está prevista la salida de la pareja y de sus familias al balcón del palacio de Buckingham, donde se espera otro gran momento del día, el del beso del nuevo matrimonio.
A continuación, se celebrará el bufé por invitación de la reina, al que solo asistirán 650 de los 1.900 invitados, y por la noche la celebración tendrá un carácter aún más privado con una cena y una fiesta ofrecidas por el príncipe Carlos, con 300 personas.

La tarta nupcial ha sido encargada a la repostera Fiona Cairns, que ha diseñado un pastel de fruta de varios pisos, decorado con nata y azúcar glas con motivos florales británicos.
A eso se sumará una petición especial del príncipe Guillermo, que ha pedido una tarta de galletas y chocolates para la recepción del mediodía en el palacio de Buckingham, cuya receta se utiliza desde hace generaciones en la familia real británica. EFE