jueves, 12 de junio de 2014

FOSSIL abre su primera tienda latinoamericana en Ciudad de Panamá


Fossil Group abrió su primera tienda retail en Latinoamérica, en el centro comercial Albrook Mall de Panamá el pasado 12 de junio. Ubicado en la planta baja, se trata de un espacio comercial de gran visibilidad. Es un entorno que invita a las compras, además de ser un escaparte de primera categoría para el estilismo vintage norteamericano de Fossil.

La nueva tienda de Fossil en la ciudad de Panamá combina una meticulosa atención al detalle con materiales artesanales naturales, creando un espacio acogedor, confortable y único. Inspirándose en el diseño de una variada gama de influencias vintage norteamericanas, la verdad es que pensamos en nosotros no como una tienda, sino como una experiencia. Fossil es muy meticuloso con todos los detalles, desde accesorios vintage renovados a la famosa pared de cubos metálicos. Nuestro enfoque es el público que nos visita; queremos enriquecer su experiencia ofreciendo un servicio personalizado de calidad, música especialmente seleccionada y, por supuesto, nuestra impecable colección de productos de inspiración vintage.

Como centro comercial más grande de Panamá, Albrook Mall significa una oportunidad perfecta para exhibir la marca Fossil a compradores tanto nacionales como internacionales. Albrook Mall es un destino de moda práctico que mezcla oferta de moda, marcas de lujo, restaurantes y entretenimiento con un sabor local. Albrook Mall es el hogar perfecto para el estilo vintage eterno de Fossil. Nuestra empresa cree firmemente que este local será el precursor de muchas más tiendas retail a lo largo de Latinoamérica.

Fossil es una marca de relojes establecida en Panamá mediante su distribución mayorista, pero el local de Albrook Mall será la primera tienda minorista en Latinoamérica y supondrá una expansión del producto Fossil más allá de los relojes. La nueva tienda ofrecerá una colección diversa de accesorios, incluyendo la gama completa de relojes, además de una extensa colección de pequeños artículos de cuero, bolsos, joyería y anteojos.

Los datos de la tienda son:

Tienda Flagship FOSSIL
Albrook Mall
Pasillo del Koala, Local 63-P
Ciudad de Panamá
República de Panamá
Tel: 314-7688

Y los horarios de atención:
  • Lunes – Jueves, 10:00am – 8:00pm
  • Viernes y Sábado, 10:00am – 9:00pm
  • Domingo, 10:30am – 7:00pm
Fossil Group Inc. es una compañía global especializada en el diseño, marketing y distribución de productos y accesorios de moda. La oferta principal de la Compañía incluye: una extensa línea de relojes y joyería de moda para damas y caballeros, que se distribuye mediante una cartera de marcas propietarias y licenciadas, además de bolsos, pequeños artículos de cuero, accesorios y ropa. 

Los productos de la Compañía se venden a tiendas departamentales, minoristas selectos y tiendas especializadas en relojes y joyería en Estados Unidos y en cerca de 150 países en todo el mundo a través de aproximadamente 25 subsidiarias en el extranjero y una red de 60 distribuidores independientes. Fossil también comercializa sus productos mediante una red propia de más de 540 tiendas retail, su presencia global de comercio electrónico y su página Web de comercio electrónico en EE UU: www.fossil.com.

sábado, 7 de junio de 2014

Los sombreros de Isabel II, un 'lío diplomático' en su visita a Francia



  • La reina ha llegado a Francia en el Eurostar para celebrar el Desembarco de Normandía
  • El vehículo en el que se desplazan los jefes de Estado era demasiado bajo
  • Los asesores reales y de Hollande acordaron ofrecerle un coche más alto
Los asesores del palacio de Buckingham y los del presidente francés, François Hollande, llevan seis meses elaborando hasta el más mínimo detalle el programa de la visita de Isabel II a Francia -donde ha llegado este jueves- para conmemorar el 70 aniversario del desembarco de Normandía, que inició el final de la Segunda Guerra Mundial el 6 de junio de 1944. Los desplazamientos de la reina durante su visita de tres días han suscitado un quebradero de cabeza inesperado: sus sombreros.
El equipo organizativo británico se percató de que el vehículo Citroen DS5 en el que acostumbran a desplazarse los jefes de Estado por Francia es demasiado bajo y apretado para que quepa con holgura la reina invitada y, sobre todo, su sombrero. Los avispados secretarios reales se dieron cuenta a tiempo evitando así un conflicto diplomático.
Por lo pronto, este jueves, nada más llegar a París en el muy democrático Eurostar (como han subrayado las autoridades galas), la octogenaria reina británica se montó en un Bentley, si bien en los últimos días la prensa británica aseguraba que Isabel II utilizará durante su estancia un Renault Vel Satis blindado perteneciente a la colección de la compañía gala (el modelo dejó de fabricarse en 2009). Más alto que el citado Citroen, en él pueden acomodarse con desahogo a la reina Isabel y su chambergo.
También cambió de rosas
Además de cambiar de coche para que la reina y su sombrero se desplacen con comodidad, los franceses han aceptado que el color de las rosas del ramo de flores con el que este jueves se ha obsequiado a la reina a su llegada a la Gare du Nord con el tren Eurostar sea de un color en concordancia al del traje de la monarca.
Dos horas después de su llegada, el presidente francés, François Hollande, la ha recibido solemnemente en una ceremonia en el Arco del Triunfo. La reina, vestida con un traje rosa tras su cambio de vestuario, ha rendido homenaje al soldado desconocido a la derecha del presidente. A continuación han recorrido en limusina los Campos Elíseos -decorados con la Union Jack- escoltados por 146 caballeros de la guardia republicana. 
Tras su 'tête à tête' en el Elíseo, esta noche debe celebrarse una 'garden party' en la residencia del embajador británico en París. "Los franceses saben que ella habla muy bien francés, que ama Francia y que piensa que hay un enorme afecto en el país por la reina y la familia real", ha declarado a AFP el representante del Reino Unido en Francia, Peter Ricketts.
Isabel II ha expresado su deseo de comer foie gras durante su estancia al otro lado del canal de la Mancha, lo cual podría enojar a su hijo el príncipe Carlos que es un crítico de la crianza de aves para producir este manjar. Así como los británicos no sueltan prenda sobre el viaje, los franceses, poco acostumbrados a secretos reales, han hecho público que regalarán a Isabel II un álbum con fotos de sus viajes oficiales a Francia.
Las visitas se iniciaron en 1948 como princesa y continuaron en 1957 como reina. No incluyen las visitas privadas que hizo a su tío, el ex rey Eduardo VIII, quien abdicó para casarse con la americana Wallis Simpson, divorciada dos veces. Tras la abdicación en 1936 la pareja se instaló en París. El 1936 se conoce como "el año de los tres reyes", empezó con Jorge V, abuelo de Isabel, quien falleció en enero, continuó con Eduardo VIII hasta la abdicación de éste antes de acabar el 36 y la proclamación del tartamudo Jorge VI, padre de la reina actual.
En el centro de París, uno de los mercados de las flores pasará a llamarse "mercado de Isabel II" para dejar constancia a perpetuidad de la visita de la reina con motivo del 70 aniversario del día del desembarco de Normandía. Todo un detalle por parte del Estado francés. La reina visitará el sábado este mercado -después de los fastos del viernes por la celebración del 'día D'- cerrando así su visita de Estado de tres días.
Extraído de El Mundo (Conxa Rodríguez)

lunes, 2 de junio de 2014

Nombres y apellidos de la nueva moda sostenible en España

Lo que diferencia a este grupo de creadores es su modus operandi, que aúna creatividad y responsabilidad social. Estos son los nombres y apellidos de la nueva moda sostenible española.

Vanguardia ética
María Lafuente y María Glück
Foto: Richard Ramos
Soltado el lastre del activismo, al que, por defecto, siempre se ha asociado a la moda sostenible, los jóvenes diseñadores actuales abogan por la unión de creatividad y ecología como base de la nueva creación con conciencia.
Es evidente que el consumidor ha evolucionado, y tras pasar revista al etiquetado de los alimentos para saber lo que come, ha empezado a leer –y descifrar con criterio– la composición de las prendas que viste. Cada vez son más los clientes a los que ya no solo les importa si el artículo puede lavarse o no a mano: conocer el origen de la materia prima, de la hilatura, del tintado y de la fabricación del tejido o de la confección de la ropa son datos que permiten saber si estamos frente a un producto respetuoso con el entorno y con las personas que lo han elaborado. «Podríamos decir que una firma sostenible es aquella que ha llevado a cabo un análisis cualitativo y cuantitativo del ciclo de vida de su producto», informa Gema Gómez, directora de Slow Fashion Spain. «Es decir, que ha hecho la mejor elección en materia de sostenibilidad, teniendo en cuenta los impactos que genera la industria en el uso intensivo del suelo, la biodiversidad, la huella hídrica, los tóxicos lanzados al medio ambiente, los residuos, las emisiones de CO2 y el impacto social y cómo pueden afectar en el futuro».
La fundadora de Cus, Adriana Zalacaín, asegura que su vocación por este tipo de prendas parte de su inquietud personal: «Me di cuenta de que mis preocupaciones sociales e intelectuales debían intervenir también en este mundo apasionante de la moda». Por eso, apostar por tejidos sostenibles, la producción local, ver dónde, cuándo y cómo se confecciona, sin renunciar al diseño y a la innovación, fueron factores determinantes a la hora de fundar su firma. Algo parecido le ocurrió a la diseñadora de origen indio Kavita Parmar, creadora de IOU Project y de la marca Ioweyou, hoy presente en 35 países: «Destrozamos el planeta, retrocedemos en derechos laborales, desaparecen artesanos y técnicas milenarias que nos definen como cultura. Con la llegada de la crisis tomé la decisión de dejar de quejarme y participar activamente en el cambio». Y es que, en proyectos así, separar las creencias personales de lo profesional es prácticamente imposible. 
Vanguardia ética
Kavita Pamar y Amanda Pascual
Foto: Richard Ramos
Frente a los modelos de producción fast fashion y low cost, la moda sostenible ofrece una llamada de atención, una promesa. «No pretendemos preconizar el no consumo, pero sí creemos en la necesidad de consumir menos y mejor», defiende Pepe Barguñó, de Thinking Mu. Sus camisetas están trabajadas con algodón orgánico de Perú e India. «Viajamos allí cuatro veces al año. Visitamos a los campesinos, a los hilanderos, a los tejedores y a los confeccionistas». 
En tan solo tres años, el cambio ha sido espectacular. «Las marcas que apuestan por este nuevo modelo de negocio son pequeñas: diseñadores emergentes o emprendedores que ven en este movimiento un valor añadido», explica Gema Gómez, quien acaba de publicar el primer directorio de moda sostenible de España. «Somos muchos más de los que pensamos», advierte. Las nuevas generaciones consumen con otra mentalidad. «Saber quién ha hecho una prenda, con qué y cómo es un intangible valorado por el cliente, quien al comprar siente que pone su granito de arena para hacer un mundo mejor», cree Barguñó. 
Consciente de que una industria más sostenible (y responsable con el planeta) es el único futuro posible, ya en 2011 Sybilla impulsó la fundación Fabrics For Freedom. Su diseño «Esta bolsa tiene tela», realizado con algodón ecológico de Vidarbha, fue una apuesta de éxito que contribuyó a que las familias de esa región algodonera de India cambiaran el cultivo de algodón transgénico por orgánico. «La variedad convencional representa el 3% del cultivo mundial y utiliza el 25% de los pesticidas y plaguicidas», apunta Gema. Para producir la materia prima necesaria para confeccionar una camiseta (250 g) se precisan 2.700 litros de agua. Y si en el procesamiento del algodón común se utiliza una media de 8.000 sustancias químicas, en la alternativa orgánica este número baja a 200. Además, según la OMS, cada año se contabilizan 20.000 muertes a causa de los pesticidas. 
Vanguardia ética
Javier Nagore y Adriana Zalacaín
Foto: Richard Ramos
El baile de cifras es llamativo, pero ¿hay alguna normativa que regule y revise este mercado? «Ni en España ni en ningún otro lugar del mundo existe una ley como tal», informan desde Slow Fashion Spain. «El país más avanzado en este sentido es Alemania, que el pasado mes de abril anunció que va a lanzar una reglamentación que garantice que las prendas se han fabricado cumpliendo estándares en materia social y medioambiental». 
Sin embargo, ante la ausencia de una legislación, la lista de sellos reguladores se multiplica. GOTS (Global Organic Textile Standard) es, sin duda, el más respetado a escala internacional porque garantiza unos procesos limpios en la trazabilidad del producto. Otros marchamos de calidad destacados son Textil Exchange (que audita los procesos) o Oeko-Tex (que testa las sustancias dañinas).
«Para mí es importante que los tejidos que uso estén certificados», comenta Eva García, de Ecoology. Aunque algunos productos, como los zapatos de curtición natural de Javier Nagore, son difíciles de controlar: «Obtener el sello de la colección podría costarnos unos 15.000 euros, porque hay que regular todas las pieles en todos los colores; y así cada temporada. Lo que sí hacemos es revisar el proceso de curtición y tintado, además de trabajar con proveedores que ofrecen garantía», explica Nagore. 
Asegurar que toda la piel que se usa provenga de «vacas felices» es otra de las muchas utopías a las que se enfrentan estos jóvenes emprendedores. «Todas las telas de mi colección (tanto si son orgánicas como recicladas) tienen certificados, así como el tinte de las sedas y los botones que utilizo. También procuro que el embalaje y etiquetado sea de mínimo impacto medioambiental. Sin embargo, empleo materiales o procesos tradicionales locales –como el trabajo hecho a mano en nuestro atelier– que, aunque son en sí mismos sostenibles, no tienen ningún documento que lo acredite», aclara María Glück, de Howl. 
Vanguardia ética
Thinking Mu y Eva García
Foto: Richard Ramos
Si el desarrollo industrial está acabando con la artesanía local, la moda sostenible lucha por convertir la cadena de producción actual en una de prosperidad. «Buscamos materiales auténticos con tradición y patrimonio cultural para después, en Europa, traducir ese tejido en prendas contemporáneas», describe Kavita. «Nos gusta contar las historias de los artesanos que continúan estas tradiciones; por eso cada prenda tiene un código que permite rastrear y conocer a la persona que la ha hecho posible». Y es que estos proyectos no solo hablan de estética. 
La diseñadora Ananda Pascual fue voluntaria en la ONG Diseño para el Desarrollo, donde asesoró a talleres sociales de moda, en países en vías de desarrollo, a orientar su producto hacia el mercado europeo. Hoy, bajo el lema «la estética es importante, la ética imprescindible», Pascual trabaja con telas de comercio justo, en talleres que ayudan a la formación de mujeres. De hecho, colabora con tres que proporcionan a sus creaciones una personalidad única: «De la alpaca baby de Perú, el nailon y seda de Camboya y el algodón de India se obtienen calidades, colores y estampados interesantes», dice. «Cogemos un producto tradicional y lo convertimos en una prenda urbana». 
Creatividad y vanguardia son los nuevos valores de un sector que no solo vive del algodón. Desde su firma Howl by María Glück, María apuesta por otros tejidos orgánicos o reciclados: corcho, madera, etc. Sus diseños, en muchos casos unisex, son de corte minimalista y conceptual, con líneas sencillas y texturas complejas. Con formación en Bellas Artes y base en Berlín, la colección de María aúna sostenibilidad y diseño: «Investigación, recuperación de técnicas tradicionales, implementación de materiales poco convencionales…». Su balance tras dos años en el mercado es positivo: «He visto aumentar enormemente el interés en slow fashion y en proveedores de tejidos sostenibles». 
Dispuesta a seguir rompiendo los estereotipos asociados a este sector, la multipremiada María Lafuente ha sorprendido en su última colección con unos accesorios realizados con miel de caña en moldes 3D. «Un proceso pionero en el que ha colaborado el ingeniero agrícola Keith Agoada», apunta La fórmula es totalmente natural y estéticamente muy atractiva. Sin embargo, no se trata solo de diseñar una colección bonita. «Queremos proteger los cultivos locales y que los campesinos, en este caso en Panamá, mantengan sus cultivos tradicionales y un equilibrio con el medio ambiente». Atrevida a la hora de incorporar vidrio o cerámica en sus colecciones, le apasiona mezclarse con otras disciplinas que le hagan evolucionar: «Tener el reto y el objetivo de mostrar no solamente moda, sino descubrir y propiciar nuevos retos creativos y humanos». 
Quizá la nueva generación de creadores sostenibles esté todavía definiendo su manual de uso. Sin embargo, lejos de convertirse en una tendencia pasajera, este modelo de consumo se estima imparable.
Extraído de SMODA (María Victoria Aroca y Cristina Pérez-Hernando)

Jeremy Scott revoluciona Longchamp


Jeremy Scott pone su creatividad al servicio de Longchamp diseñando una edición limitada de Le Pliage, el icónico bolso de viaje de la firma. ¿El resultado? Le Pliage Madballs, que abre un verdadero debate de estilo.
Pocos diseñadores tienen un conocimiento enciclopédico de la cultura pop, como Scott. El diseñador estadounidense se ha inspirado en las Madballs, las bolas de goma hinchables con caras horrendas que se convirtieron en uno de los juguetes de moda en la década de los 80.
Ya en la temporada otoño-invierno 2013/2014 las sudaderas Madballs fueron las protagonistas de su colección presentada en la Semana de la Moda de Nueva York. Ahora, Jeremy Scott ha querido plasmar de nuevo dos de sus personajes favoritos en la tela del bolso Le Pliage.
Esta edición limitada del Longchamp está a la venta en exclusiva en las tiendas Longchamp desde el 1 de junio.
Extraído de El Mundo