domingo, 21 de agosto de 2011

Paisley para todas


Colección de Dolce & Gabbana para la temporada otoño-invierno 2008/09.
Colección de Dolce & Gabbana de la temporada otoño-invierno 2008/09.


Paisley

Broches Paisley diseñados por Christopher Kane

El estampado Paisley lleva con nosotros muchísimo tiempo y nos resulta fácilmente reconocible. Se trata de un bello dibujo en forma de lágrima que representa el yin-yang, la cara y la cruz, lo femenino y lo masculino. El archiconocido print se puso de moda durante los años sesenta en Inglaterra y reinó en la capital británica, poblando las fabulosas boutiques de Carnaby Street. El mismo John Lennon estaba tan fascinado por el motivo que no pudo evitar caer en la excentricidad de pintar su Rolls Royce con estampados Paisley.
Sin embargo, la historia de este elemento decorativo va mucho más allá en el tiempo y sus orígenes nos dirigen rumbo a la tierra de las especias. Los artesanos indios ya trabajaban con Paisley desde hace siglos, pero fue a principios del XIX cuando este print aterrizó en tierras escocesas extendiéndose posteriormente al resto del Imperio británico y alcanzando un éxito rotundo.
Broches con forma de Paisley de Christopher Kane.
Aquí­ tenéis unos cuantos ejemplos de Paisley en los diseños de importantes casas de moda en años anteriores:
Colección de Gucci para la temporada otoño-invierno 2008/09.
Colección de Gucci de la temporada otoño-invierno 2008/09.

Frida Giannini se inspiró en el espíritu bohemio y setentero de Anita Pallenberg para su propuesta de Gucci Russian rock chic, repleta de estampados Paisley.
Colección de Armand Basi para la temporada otoño-invierno 2008/09.
Colección de Armand Basi para la temporada otoño-invierno 2008/09.
Armand Basi apuesta por una versión abstracta del estampado estrella de la temporada.
Colección de DKNY para la temporada otoño-invierno 2008/09.
Minivestido de inspiración Paisley, de la colección de DKNY para la temporada otoño-invierno 2008/09.

Extraído de Vogue España

Mocasines para ellas

La pasarela está acostumbrada a las audaces creaciones de Nicolas Ghesquière pero, en el desfile de Primavera/Otoño 2011 de Balenciaga, dejó a todos atónitos al cambiar los habituales tacones por planísimos mocasines. Lo que parecía una transgresora propuesta, no fue más que la rebeldía de algunas modelos como Gisele Bündchen, que se negaron a desfilar sobre tacones imposibles, como confesó el mismo diseñador. Aún así, su ha innovación ha creado tendencia y ya está en la calle.


La tendencia ya ha llegado a los pies de las 'it girls' como Blake Lively.

Diane Kruger, da un toque de distinción a su atuendo informal. 
Los mocasines se ajustan a la perfección al estilo 'boho chic' de las Olsen.

Sienna Miller es otra de las que antepone la comodidad sin renunciar al estilo. 
Kelly Osbourne se atreve con la combinación "prohibida": mocasines y calcetines blancos. 
Pixie Lott les da un toque 'lady' con unos calcetines con volantes.
Extraído de El Mundo (YO DONA)

Te pago si no usas mi marca


El efecto antipublicitario de algunos famosos causa la ira de muchas firmas - Abercrombie & Fitch es la última en pedir a un programa que no use su ropa



Los últimos en padecerla han sido Abercrombie & Fitch. Los ejecutivos de la prestigiosa firma de ropa pusieron el grito en el cielo al conocer que su marca estaba siendo expuesta día sí y día también en el popular reality show Jersey Shore, de la cadena musical MTV. Su protagonista, Mike Sorrentino, es fan de sus creaciones. Abercrombie no se lo pensó dos veces y ofreció pagarle al elenco del programa para que no utilizara sus productos en pantalla.


Pero la poca gracia que les hace a las firmas que se les relacione con personalidades del mundillo de la televisión es igual en todo el mundo. El caso de la boda de Belén Esteban en 2008 es difícil de olvidar. A pesar de que al final explicó que se trataba de una supuesta serie de mal entendidos, lo cierto es que Esteban tocó a las puertas de firmas como Rosa Clará, Victorio y Lucchino y Pronovias para que le confeccionaran su vestido de novia, y recibió la negativa de las tres. Una tras otra.


Que la mona sigue siendo mona por mucho que se vista de seda es prácticamente un axioma en el mundo del prestigio, el glamour o la elegancia. Pero también en el de la publicidad. Lejos de lo que se pueda pensar, no siempre la propaganda gratuita es un buen regalo para los anunciantes. Al contrario: hay veces en que puede convertirse en una maldición.


Los organismos públicos tampoco se libran de la mala fama. Un caso que hizo arder las redes sociales fue el del Ministerio de Sanidad, que en diciembre se disculpó en Twitter por patrocinar una gala de Gran Hermano: "Sanidad informa de que un error de una empresa publicitaria provocó que apareciera patrocinando Gran Hermano. La empresa asume su error y pide perdón". Su presentadora, Mercedes Milá, se tomó las disculpas como una ofensa: "Si en Sanidad no quieren saber nada de Gran Hermano, nosotros tampoco", dijo la semana siguiente. "No quiero nada de Leire Pajín [su titular]. Nada".

Pero el caso también puede invertirse. A la empresa Ashley Madison, que facilita la vida a quien mantiene relaciones extramatrimoniales, le está resultando duro publicitarse en España. Tras el escándalo que produjo el inmenso cartel que colgó en la Gran Vía el mes pasado -en el que sugería que el príncipe Carlos, el Rey y Bill Clinton deberían haber utilizado sus servicios-, la compañía fracasó al negociar con el Atlético de Madrid para aparecer como patrocinadora en sus camisetas.

Tras la negativa colchonera, el Sevilla y el Rayo Vallecano se ofrecieron como voluntarios para ser patrocinados. Ashley Madison eligió a los andaluces y se encuentran en proceso de negociación.


Lindsay Lohan no podía quedar fuera de esta lista. Famosa por sus escándalos, la actriz también tiene a sus seguidores acostumbrados a sus interminables intentos de dejar de fumar. Hace un par de años, de hecho, sus apariciones en público masticando un chicle de nicotina de la marca Ariva hicieron suponer a medio mundo que LiLo era la nueva portavoz de la empresa, que no tardó en aclarar el malentendido. "Ariva no ha pagado a Lindsay para que les dé su apoyo publicitario", se vio obligado a declarar el representante de la actriz. "Ella simplemente utiliza sus chicles para intentar abandonar el mal hábito de fumar".

¿Pero son estas reacciones de las empresas fruto del horror real al ver su marca desprestigiada o se trata de una estrategia publicitaria encubierta? Un abogado de Los Ángeles explica en el diario The New York Times que si a Abercrombie & Fitch realmente le hubiera molestado que su marca apareciera relacionada con Jersey Shore, podría haber exigido a MTV que pixelara sus creaciones cuando aparecieran, tal y como hacen muchas firmas en algunosrealities de poca monta emitidos por la cadena en Estados Unidos.
Lo cierto es que resulta bastante lógico: si ofreces dinero a unos participantes de un programa de televisión líder de audiencia cuando está acabando el verano, y tu marca es citada en medios de comunicación de todo el mundo, te aseguras publicidad gratuita durante la totalidad del inicio del año escolar. En Abercrombie lo niegan: "Esta asociación es contraria a la naturaleza de nuestra marca y puede resultar molesta para muchos de nuestros seguidores".
Pero puede que se equivoquen. El miércoles, al día siguiente de que Internet publicara la noticia de la suculenta oferta de la marca a Sorrentino y compañía para mantenerse alejados de sus creaciones, las ventas de Abercrombie & Fitch bajaron un 10%.
Extraído de El País (Cecilia Hertrampf)