sábado, 14 de mayo de 2011

El PP de Madrid abusa del 'Sfumato'

Leonardo da Vinci inventó la técnica del Sfumato para eliminar los contornos y diluir las figuras en una especie de neblina para dar la sensación de lejanía. Aplicaba varias capas de pintura muy gruesas. Ahora, estas cosas se hacen con el clic del photoshop. Pero, la sensación de neblina e irrealidad es la misma. Felipe González es el único que se ha referido a las varias manitas de photoshop que le han dado a las fotos de Esperanza Aguirre colgadas en las farolas.

"Viendo la foto electoral de Esperanza Aguirre me han entrado ganas de presentarme otra vez a ver si me quitan tantos años". Yendo hacia Aluche, un populoso barrio de Madrid, Felipe González vio los carteles de la candidata del PP a la Comunidad de Madrid y tal vez se acordó de aquel tiempo de esplendor en el que sus asesores le ponían años y canas en las sienes para que los electores no se asustaran de su juventud. Entonces se hacía a mano porque no había photoshop.

Los candidatos del PP en Madrid no han querido renunciar a una herramienta que quita arrugas y canas a golpe de clic, e incluso puede convertir casi en modelo de alta costura a Paloma Adrados, aspirante a la Alcaldía de Pozuelo. La presidenta del PP madrileño la mandó allí para borrar las huellas de la Gürtel y ha querido empezar con buen pie.
Paloma Adrados, candidata del PP en Pozuelo.
Las fotos de Esperanza Aguirre colgadas en las farolas son un prodigio de rejuvenecimiento facial. La presidenta no tiene ni una arruga, pero tampoco parece ella. Parece otra. Tampoco Gallardón se parece mucho al alcalde. Le han teñido el pelo para borrarle las canas y su gesto es desconocido. Con perfiles diluidos, el alcalde muestra una sonrisa modelo Gioconda.
La candidata del PP a la Comunidad, Esperanza Aguirre.
Alberto Ruiz-Gallardón, candidato del PP a la Alcaldía de Madrid.
Lo sorprendente es que Esperanza Aguirre no es Isabel Preysler. No sólo no se ha quitado arrugas, sino que presume de ellas. La naturalidad y la campechanía son sus principales activos políticos. Aunque quizá a nadie le amarga un dulce verse a sí misma en el ¡Hola! o en las farolas convertida en su propia hija. Lo contrario, recorrer las calles contemplando su retrato al natural resultaba algo incómodo. Aunque tal vez sólo se ha tratado de un exceso de celo de sus colaboradores en sacar lo más guapa posible a su jefa.
El candidato del PSOE a la Comunidad, Tomás Gómez.
De momento, el PP le da un baño al PSOE en Madrid, tanto en las encuestas como en el fotoshop. Al lado de la técnica del 'sfumato' aplicada a los carteles de los candidatos del PP, el rostro anguloso de Tomás Gómez, la naturalidad barbada de Lissavetzky o la foto carnet de Ángel Pérez parecen salidos de cualquier tienda de chinos.
Jaime Lissavetzky, candidato del PSOE a la Alcaldía de Madrid.

El candidato de IU a la Comunidad de Madrid, Gregorio Gordo.

Imagen antes y después del cartel electoral de Ángel Pérez.
Extraído de El Mundo (Lucia Méndez)