lunes, 25 de abril de 2011

Una real (y deslucida) barba

El Rey, con el emir de Qatar. | Susana Vera / Reuters
El Rey, con el emir de Qatar. | Susana Vera / Reuters
 

Rumores todos sin fundamento, según fuentes oficiales. En cuatro ocasiones ha faltado el Rey a la misa de la Pascua de Resurrección en la catedral de Palma de Mallorca junto al resto de la familia. En cuanto a la mala cara que se puede apreciar en las imágenes con el jeque Hamed bin Jalifa al Thani, ésta se debe a la citada barba, que lo avejenta, según las mismas fuentes. La barba ya apareció el pasado miércoles en el partido en Valencia entre el Real Madrid y el Barcelona. ¿El motivo? Por gusto o por pequeños eccemas que le salen en la piel.

Múltiples actos

La prueba de que la salud del Rey no se resiente son los múltiples actos que está protagonizando esta semana. Esta mañana, no sólo ha recibido al emir y a su mujer, la jequesa Moza, en el Palacio del Pardo. El Rey y la Reina han ido a pie de escalerilla al pabellón de Estado del aeropuerto de Barajas para ofrecerles una bienvenida más calurosa.

A continuación, ha almorzado en el Pardo con ellos, y esta noche les ofrece una cena en el Palacio Real. Mañana tiene la cena de las Artes, y el miércoles despide al emir de nuevo y en el Pardo. A continuación, entrega el Cervantes a Ana María Matute. Demasiados actos, dicen en Zarzuela, para una persona con la salud resentida.

Desde que su operación de pulmón el año pasado, cualquier gesto de don Juan Carlos, de 74 años, es escudriñado por los medios en busca de signos de fragilidad. Por ahora, concluyen en Zarzuela, se trata solo de un nuevo (y desafortunado) 'new look'.

Extraído de El Mundo (Ana Romero)