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miércoles, 10 de febrero de 2016

Instagramer a la Vanguardia de las redes

Cuando la ‘instagramer’ mató a la bloguera

Un buen puñado de chicas anónimas se han convertido en prescriptoras gracias a Instagram. ¿Será el fin de los egoblogs?

Tommy Hilfiger haciendose un selfie con sus sus modelos. 

Basta con echar un vistazo al front row de cualquier desfile para percatarse de que, además de una tolerancia al frío sobrehumana, la fauna que puebla estos lares padece una desmesurada dependencia del smartphone. Móvil en mano, blogueros, influencers y reyes del street style, permanecen más atentos a inmortalizar cada look que a apreciarlo. Los menos afortunados, relegados a las filas del fondo, tendrán que conformarse con observar las creaciones a través de los iPhones y los iPads que recortan su visión. Tommy Hilfiger, rendido ante el poder de las redes sociales y la repercusión que esos cientos de flashes generan para su marca, acaba de anunciar que reservará un sitio solo para instagramers en su próximo desfile. Caras que podrían ser anónimas si no fuera por sus exitosos y rentables perfiles sociales, disfrutarán de un sitio privilegiado al lado de fotógrafos profesionales de Getty o Imaxtree, las principales agencias que cubren estos eventos. Aunque aún no se conocen los nombres que ocuparán ese espacio y, probablemente entre los instagramers de turno se cuele alguna que otra bloguera o it girl, la ocurrencia del diseñador viene a confirmar lo que llevamos tiempo advirtiendo: Instagram se ha convertido en una herramienta imprescindible para la industria y se merece un lugar privilegiado en su ecosistema.
Chiara Ferragni 

Tanto es así que un reciente estudio de Fashion Beauty Monitor afirma que las marcas aumentarán este año un 59% su inversión en influencer marketing, que consiste básicamente en fichar a prescriptores que recomienden, previo pago, sus productos a su público objetivo. Y en esta estrategia Instagram vuelve a jugar un papel protagonista. En un momento en el que se teoriza con la desaparición de los egoblogs, el perfil de instagramer que congrega a miles de seguidores se convierte en el favorito del público y de las marcas. Ya no es imprescindible tener una web cuidada y repleta de fotos ultraeditadas para que las firmas te presten atención. A golpe de publicaciones constantes y más espontáneas (aunque muchas veces oculten detrás una producción digna de un editorial de moda) las instagramers van ganándole terreno a las blogueras. Porque no son lo mismo, claro. Puede que las segundas hayan expandido sus fronteras a esta red social, pero existe un buen puñado de chicas que han saltado del anonimato a la popularidad gracias a una simple cuenta de Instagram.¿Podrán convivir ambos perfiles en un ambiente virtual cada vez más saturado por estudiados estilismos y post patrocinados? ¿Será este el fin definitivo de los egoblogs?
Paloma Miranda, fundadora y directora de Go Talents (la única agencia de nuestro país especializada en instagramers) lo tiene claro: “Tanto el público como las marcas demandan cada vez más el ‘aquí y ahora’ y eso solo te lo da Instagram. Aunque los blogs siguen teniendo su función han pasado a un segundo plano porque el contenido llega tarde y pierde interés. ¿Por qué un lector o un anunciante querría acudir a un blog pudiendo tener lo mismo en cualquier momento y lugar en la pantalla de su móvil?”, explica Miranda a S Moda. Ana Fernández Pardo, representante de varias blogueras y autora del libro Marca busca egoblogger (Anaya Multimedia, 2015) coincide en que cada vez las marcas se fijan más en instagramers antes que en blogueras “porque los blogs están perdiendo visitas por culpa de esta red social. Los seguidores ya no necesitan ir a la web si ya han visto el look del día y de dónde son las prendas con solo asomarse a Instagram”. Por eso las firmas de moda, belleza olifestyle no dudan en pagar entre 300 y 2.000 euros (según revelan fuentes cercanas a estas jóvenes) por una única foto en la red social. “En España este tipo de post se paga en función de muchos factores (exclusividad, que sea celebrity o no…) pero podríamos hablar de cantidades de hasta cuatro cifras por publicación”, secunda Fernández Pardo. Aunque estos números no son comparables a la friolera de dólares que cobran blogueras o modelos internacionales como Chiara Ferragni, Gigi Hadid o Kendall Jenner (se ha hablado de cantidades astronómicas entre los 100.000 y los 300.000 euros) son un pellizco considerable para jóvenes, desconocidas hasta hace poco, que están adquiriendo reconocimiento gracias a un perfil atrayente para sus miles de seguidores. “Las marcas pagan en función de la audiencia a la que va a llegar el contenido. Por eso, desde el punto de vista de las chicas puede resultar más rentable subir un post a su cuenta de Instagram que hacer una acción más complicada en un blog, porque es mucho más fácil y rápido”, añade la autora de Marca busca egoblogger.
Sin embargo, esta fórmula aún presenta varios desafíos. Sus seguidores cada vez tienen más complicada la tarea de distinguir entre espontaneidad y patrocinio y para las marcas es difícil medir el verdadero impacto de sus publicaciones. “En Instagram es mucho más difícil controlar quién compra seguidores y ‘likes’ (una práctica a la que algunas recurren para aumentar su popularidad digital) y no existen herramientas tan esclarecedoras para investigar el fraude como en otras redes. Además de esto, la influencia real es especialmente difícil de medir. Seguidor no es igual a fan, del mismo modo que no es lo mismo tener popularidad que ser verdaderamente influyente. Está claro que estas chicas con miles de followers son populares pero, ¿cuántas prendas vende una marca gracias a ellas?, ¿es rentable a largo plazo? En un blog es fácil trackearlo, en Instagram, no”, sentencia Fernández Pardo. En este sentido, Miranda cree que es importante considerar a los influencers como algo más que un número. “Son personas que crean tendencia. Sus seguidores no están ahí por casualidad, si no que les siguen porque son su inspiración, quieren ser como ellos, hacer lo que hacen y vestirse igual. Por eso su verdadero valor para las marcas es que se dirigen justo al público objetivo en el que están interesados”.

Audry Lombard



Las instagramers que manejan el cotarro a nivel internacional pasan por variados perfiles: personalidades de la propia industria como Eva Chen (exdirectora de Lucky Magazine, más de 500.000 seguidores) o Megan Ellaby (estilista de Asos, casi 100.000followers) que comparten los entresijos de mundillo; modelos o celebrities que aprovechan su fama para rentabilizar su faceta digital o ejemplos más ortodoxos que deben su poder virtual exclusivamente a su cuenta de Instagram. Por poner un par de ejemplos, la francesa Audrey Lombard mueve masas con sus más de 250 K sin apenas enseñar el rostro y la hermana de Chiara Ferragni congrega casi a 900.000 fans y sigue los pasos de su mentora marcándose continuas colaboraciones con marcas. En España, sin tener en cuenta a actrices y famosas, tenemos un buen surtido de instagramers, en su mayoría adolescentes o muy jóvenes, que han conseguido abrirse un hueco en la industria gracias a esta herramienta.
Inés Arroyo

Inés Arroyo (@ines_arroyo, 283.000 seguidores) fue una de las primeras en apostar por esta fórmula en nuestro país. Esta joven de 21 años, que estudia cuarto curso de Empresariales y siempre ha estado en contacto con la moda gracias a un negocio familiar, tiene claro a qué se debe su éxito: “Creo que mis seguidores valoran mi naturalidad y cercanía. Subo mis fotos en el mismo momento en el que me las hago, no me dedico a hacerme una sesión el fin de semana e irlas racionando en mi cuenta días después”, confiesa por teléfono a S Moda. Su perfil, que nació de forma espontánea sin la intención de convertirse en prescriptora, es uno de los más relevantes del momento y le ha reportado colaboraciones con marcas de la talla de Lacoste. “Cuando una firma como esta me ofrece ir a la semana de la moda de Nueva York como representante española siento que he cumplido mi sueño. Es frecuente que las marcas se pongan en contacto conmigo o con la agencia que me representa para ofrecerme trabajos. Siempre intento seleccionar bien con quién colaboro y mezclo las prendas que me proponen con las de mi armario para seguir siendo yo misma. Eso es lo que quieren ver mis followers”, explica. Cuando le preguntamos si cree que es necesario abrirse un blog, no duda: “No. Mucha gente me ha animado pero no tengo el tiempo suficiente para dedicar al mantenimiento de una web. Además, ser solo instagramer me diferenció del resto y me ha reportado trabajos con marcas que buscaban eso. Pero tampoco creo que vayamos a acabar con las blogueras”, termina.
Itziar Aguilera



Itziar Aguilera (@itziaraguilera, 62.000 seguidores), una chica de 23 años, que trabaja en una agencia de comunicación y se define como artista, es otra de las jóvenes que están adquiriendo popularidad en Internet. “No me gustan las etiquetas pero sí diría que soy una influencer porque inspiro a muchas personas”, nos cuenta. Esa relevancia en las redes hace que reciba a diario muchos mails de marcas que quieren colaborar con ella. “Instagram me ha cambiado la vida y he conseguido cosas increíbles gracias a esta herramienta”. Igual que Arroyo, tampoco considera que le haga falta un blog para triunfar (tiene un canal de Youtube, eso sí) y cree que las marcas cada vez muestran más interés por las acciones en redes sociales. Ella es una de las jóvenes que trabaja con la agencia de representación especializada en Instagram, Go Talents, la misma que se encarga de otras instagramers nacionales como Lucía Bárcena (@babibalublog, 98.000 seguidores). Esta gallega afincada en Madrid es el ejemplo contrario: empezó con un blog y se ha ido haciendo fuerte en Instagram. “Todos los días recibo propuestas de colaboraciones con todo tipo de marcas (moda, belleza, ocio…). No siento que tener un blog sea indispensable. Creo que lo que me aporta valor es publicar más cosas además de mis looks”, señala.Pero, ¿qué ocurrirá con estas chicas el día que el boom de Instagram pase?, ¿cuánto tardaremos en especular sobre el fin de los ‘egoinstagrams’? Paloma Miranda considera que “evolucionarán del mismo modo que lo hacen las blogueras que se están pasando a Instagram”. Ana Fernández Pardo no lo tiene tan claro: “El problema de Instagram es que estás de alquiler. El día que se pase de moda, todos aquellos que dependan exclusivamente de esta red social tendrán complicado vivir de su perfil como influencer. Yo diría que ser bloguera es una profesión y ser instagramer, no”.


Sea como sea, las críticas a este tipo de perfiles por parte de pesos pesados de la industria (recordemos el polémico artículo de Suzy Menkes en el que afirmó que “los desfiles eran un circo de pavos reales cuyo centro de operaciones estaba en la puerta, no en la pasarela”) confronta con las decisiones de las propias marcas que no dudan en fichar a estas chicas para generar ruido. El estudio L2 Intelligence sobre la inversión publicitaria de las firmas también confirma esta tendencia: el vídeo (con un 43% más de inversión respecto al 2014) y las redes sociales (con un 42,5%) fueron los soportes favoritos de las firmas este último año. Si la cosa sigue así parece que aún es precipitado vaticinar la desaparición de estos perfiles. “Y si el fenómeno llega a su fin será culpa de las propias egoblogueras. Disponen de las herramientas necesarias para saber qué funciona y qué no y deben saber evolucionar y adaptarse a lo que buscan sus seguidores”, termina Fernández Pardo.
Fuente: S Moda, El País. 


viernes, 29 de mayo de 2015

Prendas Atemporales con éxito en tiempo de crisis

Diseña un bolso sencillo y harán cola para comprarlo
Firmas como Mansur Gavriel o la española Lautem ejemplifican el triunfo de los accesorios atemporales. ¿La clave de su éxito? Convertir algo tan simple como un bolso monocolor en objeto de deseo.


Ultrasencillez es la palabra que mejor define los bolsos de Mansur Gavriel. Sus diseños atemporales han superado todas las expectativas en solo dos años de vida y ya se han ganado el título de 'it bag'. Conseguir una de las piezas de la firma es casi tan difícil como hacerse con un Birkin. Absolutamente todos los modelos, tamaños y colores están agotados en la web de la marca y solo unos cuantos diseños se pueden comprar en boutiques online de lujo como Net-a-porter, Opening Ceremony o Colette. La web especializada Business of fashion ha calificado a la firma como la primera en conseguir hacer un bolso icónico en tiempos de crisis y medios internacionales como Los Angeles Times analizan las claves de su éxito.
La filosofía de Mansur Gavriel, una marca fundada por dos jóvenes treintañeras –Rachel Mansur y Floriana Gavriel– a principios de 2013, consiste en ofrecer bolsos de calidad(están confeccionados en cuero tratado y fabricados en Italia aunque la empresa es estadounidense), diseño atemporal y un precio más asequible que el de otros accesorios premium o de lujo (el coste varía desde los 190 dólares que vale un clutchhasta los 800 que cuesta una mochila). A pesar de estos tres factores, lo cierto es que no han inventado nada nuevo ni revolucionario. Sus piezas insignia, el 'bucket bag' (una bandolera tipo saco de toda la vida) y el 'large tote' (ese bolso rectangular y amplio en el que cabe de todo), son dos clásicos que ofrecen la mayor parte de firmas de marroquinería. Ambos, al igual que los clutch y mochilas ideados a posteriori, son lisos y tienen un característico forro interior en tono rojo o azul eléctrico que se ha convertido en su principal seña de identidad. Esa es su mayor licencia creativa. Por lo demás, su exterior monocolor disponible en una limitada gama cromática (los clásicos tonos neutros aderezados con versiones en rosa palo, rojo o azul) podría hacerlos pasar desapercibidos entre la amplia oferta disponible en el mercado. Pero no es así.

Cuando el pasado mes de diciembre anunciaron en sus 173.000 seguidores de Instagramque, tras un año de espera, sus diseños volvían a estar disponibles en su tienda online, la locura se apoderó de sus fans y de sus tarjetas de crédito. En menos de una hora el 95% de los diseños habían colgado el cartel de 'sold out'. Lo que siguió a esos primeros sesenta minutos de histeria colectiva fue una mezcla entre el júbilo de quienes habían conseguido el suyo y el incontestable desconsuelo de los que habían vuelto a perder su oportunidad. El equipo de la firma animó a los clientes que se habían quedado compuestos y sin bolso a apuntarse a las listas de espera que controlan las tiendas multimarca que comercializan sus diseños (la compañía aún no tiene su propia lista y el stock tarda meses en reponerse).

Es precisamente esta capacidad de crear expectación y despertar deseo una de sus mayores bazas. Aunque las jóvenes diseñadoras no se cansan de repetir que “no quieren cometer el terrible error de aceptar demasiados pedidos a costa de disminuir la calidad”, lo cierto es que la escasez de unidades es un punto a su favor. La demanda de sus diseños y la exclusividad de conseguirlos hace que coticen al alza y todo indica que el furor irá en aumento. Desde que salieran a la venta por primera vez en junio de 2013, multitud de editoras de moda, celebrities influencers han lucido el suyo. Desde la bloguera Garance Doré, una de las primeras en apostar por la marca, hasta Karlie Klosspasando por Sienna Miller, Kirsten Dunst, Emma Watson, Alessandra Ambrosio o Miranda Kerr. En 2014 fueron el tercer modelo más demandado en el gigante electrónico Lyst y su éxito es tan grande que ya tienen clon. Forever 21 lanzó un modelo muy similar a la bandolera negra por un precio de 29,99 dólares y el copypastetraspasó las fronteras estadounidenses para llegar hasta Zara (que se marcó una imitación del 'tote' con forro rojo incluido por 25,95 euros), Mango o Parfois.
El tour de force de esta pequeña marca (cuenta con menos de diez empleados aunque entre ellos figuren antiguos fichajes de Marc by Marc Jacobs, Rag & Bone o Lanvin) nos da una pista clave para saber hacia donde van los tiros en lo que a tendencias bolsiles se refiere. Con la era de los maxilogos totalmente derrocada y una sobrexposición a las tendencias pasajeras, muchos consumidores demandan la sencillez de lo que no pasa de moda.
Así lo certifica Elena García Silva, arquitecta reconvertida a diseñadora de bolsos y alma máter de la exitosa firma española de bolsos Lautem. “Sin duda en el mercado de la moda empieza a destacar un tipo de cliente que busca la calidad, la atemporalidad y el diseño por encima de la velocidad de cambio del 'fast fashion'. El buen diseño adquiere valor con el paso del tiempo y reivindica la personalidad de quien lo luce”, explica la creadora a S Moda. Sus propuestas, si bien cuentan con una forma arquitectónica muy reconocible y especial, también apuestan por la sencillez de los acabados monocolor y explotan con éxito el 'Made in Spain' (cuentan con el sello de calidad de Ubrique) a nivel internacional. Con apenas un año de existencia, sus bolsitos rígidos han sido tocados por la varita mágica de celebrities como Solange Knowles, se venden en boutiques de Nueva York, Londres o Dubai y fueron los elegidos por Moisés Nieto para acompañar sus creaciones en la pasada semana de la moda madrileña.

Basta con darse un paseo por las webs de street style o las redes sociales para confirmar la creciente predilección por los bolsos de diseño simple. Aunque las pegatinas de Anya Hindmarch, los clutch de formas imposibles de Charlotte Olympia o los estampados que firmas como Valentino inventan cada temporada disfruten de un hueco privilegiado en el armario de las más ávidas consumidoras de tendencias, lo cierto es que la sencillez de modelos como el 'Trio' de Céline o el 'Half Moon' de A.P.C. marcan la pauta.A pesar de que este último modelo lleva varios años en el mercado, últimamente está aumentando su popularidad. Instagram aglutina cientos de publicaciones del accesorio y ya se ha agotado en más de una ocasión. Las tendencias pasajeras dictan que un saco plagado de flecos XL es compra obligada, pero lo cierto es que las españolas prefieren un modelo clásico en cuero de tamaño mediano y corte básico. Y fuera de nuestras fronteras,la simplicidad también se impone.


Fuente: Clara Ferrero. S Moda

lunes, 18 de noviembre de 2013

Códigos de estilo: los nuevos 50

Una nueva generación de mujeres cumple medio centenar con unas pautas de estilo que no pasan por aparentar menos edad o ceñirse al estereotipo de cougar. A pesar de su poder adquisitivo, la industria no aprende a cortejarlas como se merecen.

La ex CEO de Burberry y reciente fichaje de Apple, Angela Ahrendts, sabe bien cómo lograr el punto justo de sobriedad y elegancia en las altas esferas directivas.

Señora. Esa palabra que suena a letra de Bertín Osborne y a traje de madrina de boda. ¿Es una «señora» la artista Tracey Emin, quien alcanzó los 50 en julio? ¿Y Christina Rosenvinge, quien los cumplirá el próximo mayo? ¿Kim Gordon, quien anda ya por los 60? ¿O Julianne Moore, de 52? Sí y no, son señoras de rompe y rasga, por recuperar otra expresión de regusto osborniano, pero con una nueva capacidad de seducción cada vez son más las que, a partir de esa edad, se erigen en iconos de estilo por su elegancia. La empresaria Angela Ahrendts, ex CEO de Burberry recién fichada por Apple, o Christine Lagarde, directora del FMI, son dos ejemplos para quienes no necesitan vestirse ni de veinteañeras ni de ancianas prematuras ante el mundo.
Toda una generación de mujeres nacidas en los 60 se adentra en la cincuentena sin los fardos de antaño, pero con la sensación de que la industria de la moda, obnubilada todavía por el culto a la (extrema) juventud, sigue sin prestarles la atención que merecen. Aun así, eso podría estar cambiando. Por cada Saint Laurent –Hedi Slimane ha alienado a la clientela tradicional con sus vestiditos a medio muslo– hay un Marks & Spencer. La firma eligió para su última campaña a mujeres de todas las edades, de Ellie Goulding (26 años) a Helen Mirren (68). Y es que según la socióloga de la moda Laura Eceiza, «en la segunda década del siglo XXI, las mujeres de esta edad serán lo que los adolescentes fueron a los 50 o los singles a los 90, un perfecto objetivo de mercado». 
Inès de la Fressange
«Ellas forman una franja con un tremendo poder adquisitivo; sigue sorprendiéndome que el marketing no las corteje de manera más directa», dice la editora y bloguera Kim France. «Hay mucho dinero que ganar con ellas, pero los anunciantes pasan de mostrarles versiones de sí mismas con las que identificarse».
France sabe de lo que habla. De joven escribió en Sassy, la biblia grunge de los 90, más tarde fundó la revista Lucky y desde 2011 escribe el blog Girls of a Certain Age. «Vi un nicho en el mercado. Casi todas las blogueras de moda tienen veintipocos y están obsesionadas con la tendencia. Cuando te haces mayor, eso te importa menos y te centras en lo que te funciona». France, por cierto, tiene 49 y está «medio deseando cumplir los 50. Te pasas el final de la cuarentena temiendo la fecha, así que tengo ganas de que llegue».
En su web define a sus lectoras: «Miran las fotos de sus madres cuando tenían esa misma edad y no se sienten tan mayores (…). Son adultas pero piensan que las botas moteras son perfectamente aceptables para un look de noche». Las botas y las cazadoras de cuero, añadiría Lisa Carnochan, otra exitosa y madura bloguera estadounidense. Uno de los artículos más leídos en su web, Privilege, se titula: ¿Puede una mujer de 50 y tantos llevar una cazadora motera? Ella la luce con vaqueros, brogues y pendientes de perlas. «Son un símbolo del estilo lady, como los zapatos de tacón bajo, las diademas y los bolsos estructurados. Y todo eso se puede aplicar con alegría a looks más informales», cuenta a S Moda
Que arriesgar no está reñido con la edad es algo que Susan Sarandon exhibe sin rodeos
Opción «B». Otra manera de adaptar la ropa a tus años es pasar de los estampados grandes a los pequeños y del multicolor al monocromático. A partir de una edad, tus facciones destacan mucho menos, así que si bajas el volumen de tu ropa, eres tú la que quedas más enfocada», añade. Aun así, Carnochan huye de hacer prescripciones de estilo: «No creo en el concepto de ropa apropiada».
Eduardo Rivera también es experto en ese target. Regenta varias tiendas multimarca en la provincia de Madrid y un atelier de costura. Allí visten a algunas de las mujeres más poderosas de España (entre ellas, a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, además de otras políticas, empresarias y, por qué no decirlo, algunas mujeres de). «Tenemos un top 10 de clientas que se gastan unos 10.000 euros en una mañana, y esas suelen tener 50 y tantos», dice. «Vienen a principios de temporada y nos comentan sus necesidades de agenda, si tienen actos, bodas, congresos. Les organizamos el armario para los meses siguientes». Suelen insistir en la comodidad –«igual no aguantan el tacón como las de 20, por eso vendemos muchísimas plataformas»– y la versatilidad; pero, más allá de eso, Casanova no detecta mucha diferencia entre ellas y sus hijas. 

Christine Lagarde, asidua de firmas como Chanel (en la foto con un traje de p-v 2012), es una de las políticas más elegantes.

Hoy suena obsoleto aplicar refranes del tipo «nada de minifaldas después de los 30» a la vista de gente como Carine Roitfeld, quien a los 59 tiene un estilo bastante más definido y extremo que el de su propia hija, Julia Restoin, de 33. Sin embargo, las mujeres maduras que marcan pautas sí tienen en común un estilo propio y muy concreto (los vestidos de la exministra Elena Salgado, devota de Juanjo Oliva; las camisas masculinas de la escritora Donna Tartt) y su desinterés por aparentar menos años. Puede que resulte raro ver a Madonna con algunos de sus últimos estilismos, como los trajes estilo animadora que lució en el tour MDNA, pero también sería extraño ver a Kim Gordon, de Sonic Youth, con un twin set de punto beis.
Desde su divorcio de Thurston Moore, Gordon es técnicamente una swofty –aunque seguramente se reiría del concepto–, una single woman over 50 (solteras de más de 50). El último neologismo marketiniano se refiere a aquellas mujeres que vuelven al mercado sexual a esa edad y que visten de manera más provocativa a como lo hacían a los 20.
Sin ser swofties, ni fenómenos de la naturaleza como la directora de cine Kathryn Bigelow, cuyos 61 resultan difíciles de creer, sí hay cada vez más mujeres que llegan a esa edad con sus medidas intactas. «Me hace gracia el concepto de señora de 50. ¡Pero si van al gimnasio y llevan una 38. Están estupendas», confirma Casanova.
Igual, de lo que se trata es de reapropiarse el término «señora», de la misma manera que algunas feministas reclamaron el «girl», que tenía connotaciones infantilizantes, y lo hicieron suyo. Señoras, y por muchos años.
Fuente: S Moda, por Begoña Gómez Urzáiz



Otras mujeres que manejan un estilo espectacular de mas de 50 años

Bianca Jagger
Bianca Jagger


Catherine Denuve

Catherine Denuve

Diane Kiton


Diane Kiton

Diane Kiton


Meryl Streep

Meryl Streep

Demi Moore

Demi More


Demi Moore

miércoles, 6 de noviembre de 2013

De femenino a masculino: Elliot Sailors

La 'top' que no encajaba en los vestidos

La modelo estadounidense Elliot Sailors ha adoptado un 'look' masculino para poder seguir trabajando.





Elliot Sailors (Arizona, Estados Unidos, 1982) ha hecho de la necesidad virtud. Harta de perseverar en su oficio y no obtener los resultados esperados, la modelo estadounidense ha decidido cambiar su perfil profesional y adaptar su físico para poder seguir trabajando. A sus 31 años, Sailors ha tomado una hábil pero arriesgada determinación:abrazar la androginia y así poder ejercer de modelo masculino. Su caso ha recibido la atención de los medios especializados, pero de momento las grandes firmas de moda no se han atrevido a contratarla.

Su transformación ha contado con la complicidad de la agencia Ford e Instagram, desde donde la modelo ha expuesto su ideal de belleza con notable éxito. Su cuenta se ha convertido en el escaparate perfecto de su versatilidad, lo que quizás le permita invertir su discreta trayectoria profesional -ha sido chica Martini y protagonista de diversas campañas para marcas locales-. En declaraciones a la edición estadounidense de The Huffington Post, Sailors ha dicho que nunca se ha identificado con un hombre, y que en cierta manera se ha visto abocada al cambio porque "la industria solo quiere a mujeres jóvenes".


En realidad Sailors no es la primera mujer que decide emprender esta cruzada. La maniquí y exnadadora francesa Casey Legler -también de la agencia Ford- fue la precursora, siendo la primera mujer en firmar campañas para hombre. Su primer trabajo fue para la casa americana AllSaints en febrero de este año, y desde entonces su popularidad ha ido en aumento. Rostro anguloso, mirada poderosa y 1,82 de estatura coinciden con las características de Sailors.


Estos casos contrastan con el rápido ascenso del modelo de origen yugoslavo Andrej Pejić –nacionalizado asutraliano–, que ha desfilado para colecciones masculinas y femeninas indistintamente. Su aspecto físico le ha permitido trabajar para firmas como Jean Paul Gaultier, Marc Jacobs, Rick Owens, Rosa Clará, e incluso ha protagonizado sonados editoriales en revistas como Vogue Brasil -posó desnudo para el objetivo de Mario Testino-, L'Officiel, I-D, Interview o PurpleAdemás ha participado en el videoclip de la canción The stars (Are out tonight) de David Bowie, junto a sus colegas Iselin Steiro, Saskia de Brauw y Tilda Swinton.


Otro precedente que abandera la ambigüedad es el de Lea T, que desfiló para Givenchy en 2010 vestido de mujer, y al que Carine Roitfeld, exdirectora de Vogue Paris, amadrinó y defendió con gran vehemencia. Sin embargo, su caso difiere bastante del de Sailors, Legler o Pejić, ya que en marzo de 2012 se sometió a una operación de cambio de sexo. Con estos antecedentes, quizás con un poco de suerte, puede que el impacto que la conversión de Sailors ha provocado en las redes sociales se traduzca en suculentos contratos de trabajo. Pero ella no tiene mucha prisa: "Los hombres no necesitan parecer jóvenes en moda, así que tengo mucho tiempo”, asegura. Habrá que esperar.







Fuente: S Moda

lunes, 23 de septiembre de 2013

Diseñador VICENTE CASTELLÓN para Fashion Week Panamá 2013




VICENTE CASTELLÓN

Un diseñador joven pero con 11 años desempeñándose como tal. Desde sus inicios ha trabajado con mucho esfuerzo  en un país donde el mundo de la moda aún no es una industria, ha ido haciéndose lugar entre los artistas dedicados a esta profesión.

Su gran talento se ha demostrado, personalidades nicaragüenses entre ellas muchas reinas de belleza han vestidos sus diseños en concursos como Miss Universo, Miss International y Miss Mundo, así como celebridades del mundo de la televisión en eventos importantes y de premiaciones en Miami.

Tiene su propio atelier en Nicaragua y desde hace tres años expone sus propuestas de colecciones en desfiles anualmente, con lo que ha logrado elevar su nivel y una clientela leal que apuesta por dejar sus estilos en manos de Vicente. Actualmente también vende sus creaciones en el Hotel de Lujo MUKUL, ubicado en Nicaragua, uno de los destinos turísticos más exclusivos de Latinoamérica. 

Su estilo acentúa en lo clásico con mezcla de contemporáneo, para una mujer moderna , independiente, que cada día quiere lucir chic, elegante,  libre, cómoda y femenina, sensual en cada aspecto de su vida cotidiana y eventos de sociedad.

Este año 2013, VC ha apostado por ser parte del grupo de diseñadores internacionales, que se presentarán en el prestigioso Fashion Week Panamá, reconocido como el mejor evento de moda en la región Centroamericana. Donde cada año se suman más diseñadores extranjeros de Sur América, Centro América, Caribe, Norte América y ya ha contado con la participación de diseñadores de la talla de Agatha Ruiz de la Prada, Carolina Herrera, Angel Sánchez, entre otros. 

Nos sentimos orgullosos de poder presenciar la propuesta que trae VC a Panamá , la que además tiene guiños especiales que realzan la belleza de la cultura nicaragüense, como el arte manual de diseñadores de joyería de gran renombre en el país como Joyería Garzón  y accesorios de artistas especializado con alta calidad en  marroquinería.

Invitamos a que sigan las diferentes actividades que se llevan a acabo en este Fashion Week 2013 en la página oficial  http://fashionweekpanama.com   y en redes sociales   T: @fashionweekPTY   en FB: Fashion Week Panama

Algunos de sus diseños destacados:




Tienda de Fabrizio Giannone, Costa Rica, sus maniquíes vestidos con diseños de Vicente Castellón



Jessielly Olivero, para Premios Lo Nuestro




Aquí imágenes de la última colección de Vicente Castellón :



































 Por: Marianela Lacayo