El lujo no entiende de crisis, ni tampoco su versión "low cost". Finalmente, la colección de Versace para H&M veía la luz en su lanzamiento mundial al gran público y no han faltado devotos de la firma italiana. Como en años anteriores, ni las colas interminables, ni los escasos diez minutos para hacerse con la prenda deseada han logrado menguar la ilusión de la multitud que se arremolinaba a las puertas. Estudiantes e incondicionales de la moda esperaban el pistoletazo de salida, en algunos casos desde la tarde anterior.
Para evitar las aglomeraciones de las primeras colaboraciones de H&M con las firmas de alta gama, este año se ha repetido el sistema de turno mediante pulseras que permiten el acceso a la tienda durante diez minutos. El tiempo suficiente para localizar y adquirir uno de los vestidos de corte roquero, una chaqueta tipo 'bomber' o una cazadora de cuero, las piezas más representativas de esta colección que se agotaban en las primeras horas.
Íñigo Saez, jefe de prensa del grupo sueco H&M, comentaba a EFE que "se trata de un día muy emocionante no sólo para los consumidores sino también para los empleados" que, ataviados con las llamativas camisetas creadas por Donatella Versace, aplaudían a la gente, mucha de la cual había aguardado la cola estoicamente durante toda la noche.
En la tienda de Gran Vía de Madrid, hoy nadie hablaba de crisis, ni de tasa de paro; la colección cápsula arrasaba ya que, como explicaba Saez, "no hay demasiadas oportunidades de tener un Versace por un módico precio".
Extraído de El Mundo (YO DONA) (Blanca de Almandoz)
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